Un regalo posible

AutorJorge Alberto García

Al tomar una decisión informada de querer donar uno o varios órganos de manera altruista, la persona no sólo ayuda a los demás dando vida, sino que también trasciende por medio de este acto generoso.

Donar puede beneficiar potencialmente hasta a siete personas, considera Marco Antonio Hernández Guedea, cirujano de trasplantes y profesor del Servicio de Cirugía General del Hospital Universitario.

"El paciente tiene dos pulmones, dos riñones, dos córneas, un hígado y si él lo decide también puede donar tejido óseo", expresa el también jefe de Emergencias Shock Trauma del HU.

Cualquier persona interesada en ser donador de órganos puede acercarse a las coordinaciones de trasplantes de los diferentes hospitales y clínicas del sector público y privado de la Ciudad, comparte.

"Debe llenar algunos trámites, expresar por medio de una carta su intención y con eso es más que suficiente. No se realizan estudios hasta que el hospital o grupo de donación lo considere donante potencial para ver si es viable", dice.

Al final del proceso recibirá una tarjeta que lo identifica como donador de órganos, pero lo más importante es que exprese su deseo ante sus familiares, ya que ellos tendrán la última palabra al respecto, sugiere.

"La tarjeta es algo simbólico. Para poder donar se tiene que contar con la autorización directa de la familia".

Existen varios tipos de trasplante según el donante: uno es la donación cadavérica, ya sea cuando el paciente se le diagnostica muerte cerebral o le ocurre un paro cardiaco.

"En la primera el corazón está latiente y los órganos están funcionando, pero tiene muerte cerebral diagnosticada por un neurólogo, justificada y certificada por una autoridad", explica el cirujano Marco Antonio Hernández Guedea.

Las órganos de estas personas se mantienen viables mediante ventiladores y otros mecanismos mecánicos hasta que puedan ser trasplantados al receptor.

Al llegarse a un diagnóstico de muerte cerebral, agrega el especialista, la posibilidad de sacarlo adelante es casi nula y sus órganos pueden ayudar a dar vida a otros si sus familiares así lo determinan.

La otra manera es ser un donante vivo: debe tener más de 18 años y estar plenamente en sus facultades mentales. Sólo puede donar órganos pares o una parte, siempre y cuando pueda realizar su función sin repercusiones.

"Puede ser de padre a hijo o de hermano a hermano, pero también de vivo no relacionado, sólo que además de todos los requisitos debe obtener una carta de notario que...

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