Reclama Guadalupana su corona

AutorAntonio Bertrán

EL NORTE/ México

MEXICO.- La Virgen de Guadalupe reclama su corona. A más de un siglo de su "misteriosa" desaparición, se han empezado a caer los pigmentos que le fueron agregados a la imagen para borrar este elemento iconográfico que le daba atributos teológicos y alegóricos, como el de Señora del Cielo y Aguila Real Conversa de México.

Los canónigos de la Basílica guadalupana no están dispuestos "por el momento" a que se practique cualquier tipo de análisis al ayate, el cual, dado el caso, tendría que ser aprobado por la máxima autoridad eclesiástica del país, el arzobispo Norberto Rivera Carrera.

No obstante, Jaime Cuadriello, historiador del arte experto en iconografía guadalupana, sostiene que los rayos X descubrirían claramente el contorno de la corona cuya huella se puede apreciar incluso en las fotografías tomadas directamente a la Virgen.

"A mí me queda muy claro que hubo una intervención en la cabeza de la imagen, donde ya es posible advertir problemas de desprendimiento de los pigmentos utilizados", asegura el profesor del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM y uno de los principales asesores del Museo de la Basílica de Guadalupe.

Por lo pronto, hay dos versiones sobre esta corona: Aunque el canónigo José Luis Guerrero, uno de los autores del estudio histórico presentado en el Vaticano para buscar la canonización del beato Juan Diego, afirma que la corona le fue agregada a la "sencilla" figura en una época muy temprana debido a la influencia del barroco, Cuadriello sostiene que era uno de los más importantes atributos originales que cubrían de simbolismos a la Patrona de México.

"No hubo repintes sustanciales realizados al lienzo entre los siglos 16 y 18, sino que más bien se practicaron intervenciones para borrar algunas partes, como las nubes y las caras de ángeles que rodeaban a la imagen y que, según sabemos desde 1666 por el canónigo Francisco Siles, le fueron retiradas debido al estado de deterioro en el que se encontraban".

Iconográficamente, la Guadalupana es una virgen gótica tardía muy parecida a las de la Europa nórdica del Siglo 15, que según los grabados y copias más antiguos tomados del ayate debió haber estado bañada "por un tubo de luz que formaba un útero donde el Espíritu Santo dejaba encinta a María".

"La imagen fue sucesivamente recortada de la parte superior para hacer reliquias y así perdió este tubo de luz", aclara Cuadriello.

La corona que describe con todo detalle el pintor colonial Miguel...

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