Recibe la presea Sor Juana Inés de la Cruz

AutorRicardo Dorantes

Por ser un "peregrino de lo posible, que ha hecho de este mundo un espacio más habitable, más acogedor, más libre y más bello", la Universidad del Claustro de Sor Juana otorgó su galardón más importante al arquitecto Teodoro González de León.

Entonces, el artífice de 87 años agradeció.

"Recibir la presea Sor Juana Inés de la Cruz me toca muy profundo.

"Fue con la amistad de Octavio Paz que se me reveló, más bien me contagié de la seducción que provoca ese ser indescifrable, enigmático, que es Sor Juana", señaló.

Y siguió con un discurso en el que su disciplina no fue lo esencial, sino los alcances artísticos y estilísticos de la "décima musa".

EL ARCO

Así, retomó el "Neptuno Alegórico", un poema escrito por la religiosa y pensado para convertirse en obra arquitectónica y pictórica, pues describe un arco que se haría para celebrar la entrada a la Ciudad de México del nuevo Virrey, Conde de Paredes y Marqués de la Laguna.

Parecía entonces que González de León, al tiempo que apadrinaba a la generación saliente del Claustro ese mismo día, les ofrecía una última cátedra plagada de referencias, anécdotas, historia.

Confesó que intentó reconstruir el arco que la poetisa reseñó.

"Era para conmemorar los 300 años de su muerte, en 1995. Empecé a imaginar y salió una figura mental que me sedujo: el telón plano pintado con volúmenes sombreados, creando una trampa al ojo. No iba mal, pero no hubo eco y lo tuve que abandonar", lamentó el creativo.

Lúcido, emotivo y con ese derroche de cultura que su voz, apacible, fue dejando en el patio del histórico inmueble, el arquitecto concluyó: "Sor Juana Inés de la Cruz fue un ser superdotado: lectora voraz, letrada y sabia escritora, poeta enorme...

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