Rebanadas / Sabor a humo
| Autor | Cony DeLantal |
Alerta: si eres fan del sabor a humo presta atención porque hay noticias reveladoras. No pienses que te voy a dar estadísticas tétricas sobre el cigarro; sobran, pero no es el caso, aquí venimos a hablar de comida y cosas lindas, así es que la noticia tiene que ver más bien con el ahumado culinario y los reyes de esta técnica en Monterrey, alias los Moeller, padre e hijo, "Los Moes" para la raza, que nos acaban de abrir otro restaurante donde el humo por fortuna está en la carne y no en el ambiente.
El lugar rinde tributo en el nombre: Moes Parrilla Urbana, donde el tío Moe y el pequeño Moe se explayan en este particular arte del tiznado gourmet y se entremezclan con su personal para estar al tanto de su clientela, en una clara muestra de que al menos los humos no se les han subido.
La historia de los Moeller comienza en su propia casa, donde arrancaron ahumando cortes para sus invitados en un sótano disfrazado de mina, lo que dio pie más tarde a crear precisamente La Mina, en la Plaza 401 de Calzada del Valle, su pasatiempo convertido en restaurante, que sigue siendo exitoso, a pesar de la plaza.
Su nuevo proyecto está fuera de San Pedro. Alivio para la cartera. Nada que ver la cuenta con lo que te chutas en cualquier salidita en la Del Valle.
Lo ubicaron en Antiguo Camino a Villa de Santiago, que suena así como a brecha de rancho pero es una calle normal de la zona sur, llena de topes, con alguno que otro bache, o sea normal, a la que al menos doy gracias de que nuestros políticos lambiscones no le hayan cambiado el nombre por el de algún "héroe" sinvergüenza de su partido.
Ahí mismo estuvo uno que se llamó Latino Grill y antes unos tacos que ni del nombre me acuerdo. La tercera es la vencida, diría AMLO.
Nada que ver tampoco con el concepto decorativo y glamuroso de La Mina. Es algo más casual. Un jacalón divinamente acondicionado como patio semiabierto, que te resuelve maravillosamente la cenita de parejas cuando andas quebrándote la cabeza por encontrar un lugar amplio y cómodo para convivir con tus amistades.
Tiene ese mismo efecto encantador en el desayuno. Se antoja mudarte ahí toda la mañana con tus comadres y de pasada resuelves ese horrible hueco que te queda entre la salida del gym y la recogida de güercos. Y tú despreocúpate si se te vino la hora encima porque ya puedes salir también con el tema de la comida resuelto.
De hecho se idearon un sistemita para llevar, con parrillas hacia afuera que dan servicio tipo Pollo Loco, por...
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