Rebanadas / Réquiem por un antojo
| Autor | Cony DeLantal |
Habrá que hacerle un altarcito a nuestros Starbucks porque están bien muertos con el servicio y sus inventarios. Ahora que pasé por el del Aeropuerto, desabasto total. Iba con el antojo de un té y un panecito para disfrutarlos mientras esperaba el vuelo y nada de nada. No tenían ni el té ni el pan que me gusta.
Deja tú, en el de Gómez Morín están igual o peor. Hasta parece que no le quieren invertir. El servicio cayó de nivel y las carencias son cada vez más notorias. Ya van varias veces que me chuto la fila de oquis. El proceso lentísimo, la cola no avanza y todo para descubrir que no hay lo que quiero. Ya mejor llego preguntando qué tienen.
Mientras estaba en la sala de espera del Aeropuerto, sufriendo la irreparable pérdida de mi antojo, aproveché que era Día de Muertos para componer esta humilde calaverita que aquí les comparto:
En los Starbucks de Monterrey
¡vaya entuerto!
hasta la parca se llevó un susto
no tenían pan de muerto
y mucho menos té a su gusto.
Ante tanto desabasto
molesta advirtió a todos:
o hacen el gasto
o me los llevo por codos.
AVANTA... ¿O COMPLICA?
Por cierto que el Starbucks de Vasconcelos se cambió al lado, a la Avanta Gardens, y ponle que les quedó muy fregón el local (y ojalá no empiecen con el no hay), pero sí está de súper flojera para las que vamos de pisa y corre por un cafecito.
Si alguna ventaja tenía ese Starbucks de Vasconcelos era el estacionamiento espacioso, cómodo, práctico y gratis.
Ahora pasó a convertirse en un martirio. Te tienes que ir a meter al enredoso subterráneo de la plaza, agarrar boletito, sacarte la lotería con un lugar y después esperar elevador o pescar la escalera eléctrica por dos o tres pisos, dependiendo del nivel a dónde fuiste a dar, y como quiera chutarte la fila pachorruda que siempre tienen, que de ésa no te salvas nunca. La neta, mucho rollo si vas de pasada.
ALTARES
Aprovechando que siguen expuestos los impactantes altares y las calaverotas que montaron en la plaza y las escalinatas de la Iglesia de Villa de Santiago, vale mucho la pena que te des una escapada a cenar allá este fin de semana.
A mí me atrajo mucho ese místico y poético escenario que ofrece ahorita el pueblo, donde se conjugan los altares, en el que inicia tu amor de pareja y en el que lo debes terminar.
¡Uuuf, imagínate la novelota que puedes...
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