Rebanadas / Metropolitan life
| Autor | Cony DeLantal |
Qué padre quedó esa área central que comparten el Starbucks, Lázaro & Diego y el nuevo Posh Sushi en la planta baja del complejo Metropolitan de Valle Oriente.
Es una especie de plazoleta que funge como terraza, con una atmósfera llena de caché y modernismo, rodeada de luces, edificios vanguardistas y monadas en los aparadores (incluyendo un Bentley, por si traes feria para cambiar de carro), una fuente muy arquitectónica al centro, sombrillas elegantes y mesas con todo y vela -que es fake pero no importa, así son los romances de hoy- además de un piano en vivo -y a veces también saxofón- para agregarle más idealismo y sofisticación a tu noche.
La ventaja es que esa terraza se puede disfrutar con cualquier presupuesto, porque al Starbucks también le tocan mesas, así es que no necesitas ensartarte con la gran cena, te puedes ir a hacer loca con tu laptop y un Caramel Macchiatto half & half, almond milk con shot de avellana y topping de canela crujiente.
Y el chiste es pedirlo así de enredoso para que suene más fancy y te sientas muy cool. Por el precio de un café estarías gozando de la misma vista y las mismas amenidades. Sí, pero carísimo el café, interrumpe el aguafiestas de mi marido. Aich, ya sé, ya sé, a ver cuándo supera el concepto del Starbucks.
Como quiera yo me dejé caer en el Posh Sushi porque lo mío es ir a probar restaurantes nuevos. El Posh viene a Monterrey originario de Laredo y quise darle una buena repasada para ver si es recomendable para los regios.
Sí te lo recomiendo. Es un buen sushi, muy classy, rico lo que sirven y linda su ambientación por dentro, pero yo me inclinaría más a vivirlo desde afuera, en esta área tan inspiradora que te platico, con música de piano y vela en la mesa, aprovechando que nuestro clima anda de buenas. Y seguramente los maridos también porque es quincena.
Ahí afuera la pasamos muy inspirados con la música del piano y los sonidos de la fuente. Lo malo es que la fuente también inspira a hacer chis y el baño está adentro y bastante lejecitos. Es una flojera estarte parando.
Por esa misma "lejanía" entre cocina y terraza pensé que no nos iban a atender tan bien, pero todo lo contrario, el servicio fue perfecto.
Empezamos disfrutando de unas riquísimas Salmon Croquettes (150 pesos), que vale la pena pedir de entrada, acompañadas de un par de copas de Norton para intensificar las sensaciones.
Luego unos Spicy Green Beans también con salmón (320 pesos), un platillo muy sabroso y muy completo. El...
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