Rebanadas / Más mesas bonitas

AutorCony DeLantal

Nos siguen llegando restaurantes nice y ahora nos abrieron uno con todo y mueblería incluida. ¿O será al revés? ¿Mueblería con restaurante?

Equis, el caso es que recién llegó Carolo a Fashion Drive y viene integrado a las tiendas de muebles y decoración Dupuis y Becara (que son de ellos mismos), por si en el camino se te pega algún adornito mono o se te antoja firmar una salita de 200 mil pesos junto con la cuenta.

Vienen de la Capital. Allá tienen cinco restaurantes muy pipirisnais con toda clase de opiniones en Facebook. La mayoría muy positivas pero también otras -y me llamó la atención que no son pocas- donde los barren y los trapean por mal servicio y hasta mal estado de los alimentos.

Obvio que con tan buen nivel de restaurantes, los chilangos son más exigentes y además no se quedan callados. Y a eso se atienen los restaurantes de hoy cuando se meten a las redes sociales dizque a promoverse.

A mí no me fue mal aquí. Al menos no tanto. Y es que si me pongo en plan chilango de rascarle y rascarle a ver qué les encuentro, pues sí les encuentro.

Por ejemplo, los olores tan intensos que se les escapan de la cocina y se te impregnan a ti en la ropa por el resto del día. O también que no se pongan de acuerdo entre meseros para atenderte. Típica novatada aunque no sean novatos.

Todos los meseros llegaron a presentarse a mi mesa con la misma frase, mismo script, mil veces repetido. Gracias a Dios apareció un capitán con ínfulas de general, de esos que mandan a repartir manazos, y la cosa cambió.

Lo vi todo. Los juntó, los sermoneó y ora sí, coscorrón y cuenta nueva, por fin nos dejaron en paz y ya sólo se nos acercó uno con cara de regañado a decirnos que él era realmente el que nos iba a atender. Se volvió a presentar, con la misma frase y mismo script. Úquela.

Con el nombre de Carolo se me ocurrieron mil memes, porque el lugar se ve ostentoso para donde voltees, repleto de mármol negro, duela y muebles fregones que en la tienda exhiben precios degenerados.

Desde que entras ya intuyes que algo vas a tener que dejar empeñado, pero resulta que a la hora de pagar Carolo no estuvo tan carolo.

Y por favor todo en perspectiva. Tampoco estoy diciendo que esté barato, pero, vaya, no nos salió tan bañado como otros que andan en ese mismo nivel de lujitos. Y para no decir nombres perdón que salga con barras -con una gran barra, una buena barra o una doble barra- pero... ups, creo que ya dije nombres.

Del sabor de Carolo no tengo queja. De entrada me...

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