Rebanadas / Otro japonés
| Autor | Cony DeLantal |
Ajá, otro japonés. Eso es en pocas palabras el nuevo Robata de Punto Valle. Está fregón, muy trendy su diseño, sientes que te metiste al Tokio de las películas, y además muy bien atendido, pero de espejitos ya estamos hasta la eme de la Sierra Madre; lo que le faltó a mi cena para convertirse en un suceso fue consistencia en la cocina y por eso acabé por aventar este japonés al cajón del montón.
En mi mesa tuve momentos de adoración y otros de frustración. Al final lo decidí archivar porque no sé si le voy a volver a atinar. Es un volado. Qué impotencia. Llega un platillo bien rico y el siguiente está espantoso. Ni yo ando tan bipolar en mis días.
Robata se autoproclama como una taberna japonesa de cocina al carbón y todo quieren pasarlo por ahí, hasta los sushis. Yo creo que ni los regios nos excedemos tanto con la parrilla, pero ese no es propiamente el problema, porque no hay duda de que nos encanta cualquier cosa que venga al carbón, así es que al menos estamos receptivos. El detalle es la inconsistencia.
El sushi de spicy tuna (205 pesos) estuvo maravilloso. Agarra un saborcito diferente y muy sabroso con la tatemada, buenísimo. Pero el siguiente que probé pa'l monte.
Fue un sushi de pork belly con piña (195 pesos) que sonaba misterioso pero resultó espantoso. Es un despropósito hacer eso con el sushi. Qué decepción. Arrebatado, chicloso, incomible, horrible. Si no la controlan, para que abusan. Obvio sigo hablando de la parrilla.
Y, qué loco, pero así continuaron los bandazos en el paladar. La brocheta de filete choice (yuzu kosho, 105 pesos) y la de boneless chicken wings con salsa yakitori (85 pesos) me parecieron sensacionales, pero antes de eso, la entradita de aguacate al carbón con atún (135 pesos) había sido un desperdicio, literalmente.
¿Para qué tanto aguacate y tan poquito atún? Digo, casi andan en precio. Es tan tremendo el derroche de aguacate, que mi marido ya andaba con la historia de los niños en Africa. Cállate, mejor se lo llevo a los míos. Con unas de harina armamos el desayuno de mañana.
El poke de salmón (255 pesos) tampoco fue la gran cosa. Tenemos tantas opciones de pokes que se me ocurren muchísimos mejores. Como ejemplo el tuna spicy bowl del Ryoshi (que es una especie de poke). Uuufff, ese sí que está buenísimo.
Probamos también un sea bass, que en sí no está mal, pero tienes que contratarle guarnición aparte porque viene pelón en el plato. Solito no se disfruta igual, así es que toma en cuenta que a los 315...
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