Rebanadas / Gourmet burgers

AutorCony DeLantal

Para desintoxicarme de todo ese vegetarianismo extremo por el que tuve que pasar hace una semana y recuperar mis niveles de colesterol en la sangre, me sometí en estos días a un estricto régimen de pizzas y hamburguesas; no creas que a la típica chatarra que engorda a lo menso, sino a las más artesanales y gourmets, que igual engordan, pero con estilo.

Después de tanto naturismo redentor, ya le traía ganas a una de esas hamburguesonas pecaminosas de Mr. Brown, que son la forma más sabrosa de caer en la perdición nutricional, pero también me vinieron a la mente las de Ribite, que igualmente están de poca, y como no me decidía, procedí a catarlas todas, con lujo de guarnición y Diet Cokes a discreción, con la esperanza de encontrar mi nombre en la lata antes que en la esquela.

Tras una primera fase de cenas eliminatorias se me vinieron los tiempos extras tratando de identificar cuál hamburguesa me estremeció más la papila, si la de pistache de Mr. Brown o la de machacado con veneno del Ribite, y finalmente la ganadora resultó ser mi dietista, quien me bajó una lana por curarme las secuelas de la degustación.

Estas dos artesanías burgeriles son lo más nuevo que nos presentan ambos restaurantes en su menú. La pistacho burger de Mr. Brown es una monstruosura (mutación entre monstruosidad y sabrosura) que a mí me dejó con la boca abierta, literalmente.

Y no es que esté demasiado grande la hamburguesa, pero sí exageradamente vertical (con eso de que ya nadie pide permiso para echar pisos de más), y te obliga a dar cada bocado como bostezo de borracho, como si te fueran a sacar las muelas del juicio, abriendo las fauces a tu máxima capacidad.

Para evadir la tintorería se requiere una perfecta coordinación entre malabarismo y gestos bucales. O de plano irte por la fácil con tenedor y cuchillo, pero éstos llegan únicamente a solicitud expresa, y al pedirlos te voltean a ver como si fueras una fracasada, así es que tú decides dónde quieres la mancha, en la blusa o en el orgullo.

Por supuesto que nada evita que goces de esta creativa propuesta entre dos panes artesanales, donde la carne luce como una gema con incrustaciones de pistache que acentúan su sabor con destellos crocantes.

En el transcurso de la hamburguesa vas experimentando sensaciones únicas que van de lo saladito y cronchy del pistache a lo agridulce de su relleno tipo coleslaw (con zanahoria, tomate cherry y trocitos de manzana). Aunque es la más cara del menú...

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