Rebanadas / Delirando
| Autor | Cony DeLantal |
Esta semana me la pasé "delirando" en Valle Oriente, entre el nuevo circo sexy y los delis, también muy sexys, que nos acaban de abrir en esa zona.
En este caso delirar es lo mismo que changarrear, pero a nivel delicatessen. Y es fecha que sigo delirando (ora sí me refiero al trastorno) por tanto pan que me zumbé en el proceso.
Cada vez hay más bistros y delis al pie de nuestros rascacielos (okei, perdón por la exageración, llamémosles edificios), en nuestro Pequeño Manjattan, pero así con jota de fregadencia, porque por más que la mona se vista de seda, mona se queda.
Valle Oriente es lo más cosmopolita que tenemos, muy flashy y muy trendy, pero tras esas fachadas de cristal está nuestro típico urban dismoder, permisos sin ton ni son, servicios tercermundistas y cráteres de otro planeta. De hecho habría sido más realista la película de Interestelar si se vienen a filmarla aquí al Par Vial.
Entre las novedades de la zona están los boquiaches. Y chécate en YouTube esa escena de La Sirenita donde la gaviota -otra gaviota, no la que te imaginas- habla del boquiche. Ja, ja, está genial, pero nada qué ver boquiche con boquiache.
Este es un práctico y lindo bollito artesanal relleno de diferentes guisos con una sola salsa para acompañar. Tan simple como suena y tan sabroso como no te imaginas.
Hay de huevo con chorizo, nopalitos, portobello; el de barbacoa, que está buenísimo (en idioma boquiache se diría de poquiache madriache), salchicha ahumada, chicken pesto, philly cheese steak, o incluso de pizza o de carnitas, con precios entre 28 y 32 pesos por pieza.
Hace tiempo los descubrí debajo de un toldo, mientras ejercitaba la mandíbula entre la vendimia del San Pedro de Pinta. Recuerdo que aumenté dos kilos esa mañana, pero también recuerdo que una de las jóvenes boquiacheras, viéndome ahí parada almorzando, me dijo suspirando y con la mirada perdida rumbo a Valle Oriente: "Aguántenos tantito, señora, ya estamos planeando montar un local para que se pueda sentar".
Si las hubiera aguantado me truenan las várices, porque se tardaron más de tres años en abrir este méndigo localito de cuatro mesitas, en una nueva plaza que brotó sobre Fundadores, justo al borde de la ampliación de Galerías Valle Oriente, ésa que a cada rato se lleva de encuentro partes de la avenida y ojalá no se lleve plazas enteras.
Su local hecho realidad no es más que para un boquiache de pisa y corre, su fuerte siguen siendo los pedidos. Te dejo su teléfono por si se te ofrece...
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