Rebanadas / Cara de Vaca

AutorCony DeLantal

Así se llama y así salí del nuevo restaurante (de carnes, obvio) que tenemos en la Del Valle, sobre Río de la Plata (al lado del Car Wash de Gómez Morín), en ese espacio donde ya ha habido muchos otros, el último un tugurio tipo mens club (club de mensos) donde, no me consta, pero una comadre me dijo que sucedían puras peladeces.

Yo me imaginé algo así como la Cámara de Diputados, pero parece que ella se refería al tingo lilingo entre edecanes y maridos descarriados. ¡Jesucristo! Ya ando interrogando al mío a ver si cae en contradicciones.

Gracias a Dios ahora es otra cosa. Ambiente familiar y mucho sabor. Tanto que no puedes parar. Y luego entiendes lo del nombre.

Tiene un buen pedazo de terraza y otro buen espacio adentro, con decoración atractiva, digamos que de tendencia campirana moderna (que no sé si es una tendencia pero últimamente he visto muchos con ese estilo entre tejanito y country) y una atmósfera distinguida y disfrutable.

Me encantó además lo que probé, porque, dicho sea de paso, detrás de esa inocente carita de vaca están los pícaros creadores de los Tacos Orinoco con toda su malicia culinaria para darle ese sabor irresistible y pecaminoso a sus cortes y menjurjes tapavenas.

Por cierto que también está cara la vaca. De eso no te salvas. Digo, sin novedad, ya sabes que así están todos en San Pedro.

Yo me di un festín de grasa porque todo se me antojaba. De entrada compartí con mi marido unos tacos tiesos de pork belly (162 pesos) que estaban delis: crujientes, mantecositos y excelsamente condimentados. Venían 6 piezas, 3 para cada quién, pero aquél se distrajo y fueron 4 para mí.

Eso y una Coca Light habría representado una comida entera para cualquier dama promedio que goce de perfecta salud mental, pero yo seguí pensando que era una entradita.

Ok, admito que tengo problemas y no sé si me convenga una vuelta con la nutrióloga o el psiquiatra, pero, mientras, déjame pedir este asado de tira con crust de black garlic (670 pesos, 600 gramos) que se ve buenísimo en el menú.

Así estuvo. Mmm. Al mero punto, magistralmente trabajado y matizado en una paleta de tonalidades que iban del ajo negro al rojo sangre, pasando por un rosa suave y tierno, que me fue llevando de lo crujiente a lo jugoso de afuera hacia adentro.

No podía faltar una serenata de frijoles charros (110 pesos) en medio de este amorío de carne y tortilla. Muy buena esa tortilla por cierto, siempre cachonda, y lo digo sin tapujos, porque estamos hablando de amores...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR