Rebanadas / Bueno al doble

AutorCony DeLantal

La nación está en pausa. Ni mis hijos se animan a hacer la tarea hasta no saber si Trump nos firma el TLC o si AMLO va a ser capaz de convertirnos en Venezuela en 15 minutos. Parece que la economía se mantiene suspendida hasta nuevo aviso en todo el País... excepto en Arboleda.

Claro que al entrar ahí ya no es México. Pasas a formar parte del elenco de una producción que le encargaron a Del Toro para que ganara el Óscar a la mejor historia de ficción. Y te vas a dar cuenta de que ahí dentro todos compiten también por vestuario, camionetotas y la mesa con el ticket más largo.

Arboleda está hermoso, súper fancy, de primer mundo. No sé si decirte que es plaza, colonia o ciudad. Lo mejor sería llamarlo complejo, porque eso es lo que te provoca cuando te das cuenta de que es una vida que no puedes pagar.

Yo ya empeñé dos generaciones cenando en The Capital Grille, ya también me di el lujo de Pangea, y ahora estoy con mis comadres más pudientes sentada en un sillón gregoriano de este hermosísimo bar súper pipirisnais que se llama Doble B, de los mismos de La Buena Barra y La Gran Barra (que está a punto de abrir ahí mismo).

Eso es lo que necesitas, una buena barra -o una gran barra- para tu marido y, ora sí, a darle con tus comadres hasta que la tarjeta aguante. El lugar está padrísimo para un martesitos en Chicago o Nueva York, con esa sofisticada atmósfera que mezcla escenas de la ciudad de los vientos con momentos en el Plaza de la 5ta Avenida. Y hasta hay baños mixtos como en Europa. No te asustes, adentro tienen puertas.

Vale la pena también darle la oportunidad en pareja porque se puede portar elegante, romanticón, detallista, incluso sensual. Y me encantaría estar hablando de mi marido pero sigo con el restaurante. Cuidaron el detalle desde las mesas hasta el techo, iluminaron con ganas de excitar, le dieron un toque dark hasta en la cuchillería. Y tiene terraza que en cualquier otro lugar resultaría encantadora, pero aquí palidece ante la belleza del interior.

El menú prende. Y lo digo en todos los sentidos. Se ilumina cuando lo abres y luego te deslumbra cuando lo pruebas. Y si estuviera aquí mi marido agregaría que con los precios te deja viendo manchas.

Tendría razón, ¿pero qué esperabas?, desde que te metes a Arboleda sabes que ahí viene el ramalazo. Y por si no te acuerdas el lugar se llama Doble B. Jamás hablamos de que cumpliera con las tres "b".

Su cocina es sencilla pero sumamente refinada. El taco de rib eye con costra de queso...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR