Rebanadas / Bizarro Día de las Madres
| Autor | Cony DeLantal |
Yo eché muchas, porque no sólo amanecimos este domingo sin pasteles, sin flores, sin cerveza y con el IVA en Netflix, sino que nuestras HH (Híper Hipocondríacas) autoridades nos acordonaron hasta los parajes naturales para que ningún mexicano se atreviera a sacar a su mamacita a pasear.
Ni en mis peores pesadillas pensé que este País decretaría toque de queda en un 10 de Mayo. Nadie había estado por encima de nosotras en la historia de esta Nación, donde hasta el Presidente se le somete a una madre -más aún si es la de un capo- hasta que llegó este virus microscópico y nos levantó la chancla, sin hacer distinciones ni dar explicaciones. No sales y punto.
Pues yo ya no aguanto más, les dije este domingo a mis hijos, encarnando lo mejor de nuestros melodramas nacionales, y enseguida les exigí que me sacaran a orear, con esa autoridad que solíamos tener las madres antes del Covid, aunque fuera para ir a tirar piedras a un río (que en ese momento no sospechaba que también los habían cerrado).
Y fue así como agarramos pa'l monte (decir mexicano de ir en sentido contrario a la razón) para toparnos con que ni siquiera la naturaleza estaba abierta a lo largo de toda la Carretera Nacional.
Llegamos con la tripa retorcida hasta Las Kazuelas en Allende, donde ofrecían un limitado -por no decir sordeado- servicio para llevar, que, desgraciadamente, no parecía tener muchos adeptos.
Fue ahí donde se nos retorció también el corazón. Lo mismito que yo les acababa de decir, pero en un tono aún más dramático: "Ya no aguantamos más": 40 días de cierre estaban a punto de tirarles 40 años de tradición. El que debía ser el día más rentable del año era de los más tristes de su historia, con muy escasos pedidos y a muy escasas horas de tener que tomar una decisión fatídica.
Misma historia la de todos los restaurantes de los alrededores. Para ese momento -me dijeron- ya estaban en pláticas con su Alcaldesa. El tema: reabrir... o morir. Otra vez la polémica al estrado, ¿qué es más mortífero, el virus o la falta de empleo?
Aún se me revolvía el estómago con la idea de que podríamos estar en el ocaso de la ruta del machacado, cuando el martes vino el Alka-Seltzer por la vía de las noticias: Allende permitía la reapertura de sus restaurantes (con las debidas precauciones of cors).
Bravo por la Alcaldesa Patricia. Sé que el Bronco y Manuel de la O aún se oponen. Yo le aplaudo. Y créanme que yo sí hablo en nombre de tooodos los meseros del mundo.
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