Por las raíces texanas

AutorAndrea Menchaca

ENVIADA

SAN ANTONIO.- La presencia de los españoles en la época colonial es historia viva en esta ciudad.

Muchos turistas seguramente conocen el símbolo de la Revolución de Texas: El Álamo, cuyo nombre original es Misión San Antonio de Valero, ubicado en el corazón de la Ciudad.

Pero no tantos saben que hacia el sur, a lo largo del Río San Antonio, descansan otras cuatro misiones franciscanas que florecieron entre los años 1747 y 1775.

Ahora, somos afortunados al poder disfrutar cada una de estas misiones, bautizadas con nombres de inspiración católica: Concepción, San José, San Juan y San Francisco, que forman parte del Parque Histórico Nacional Misiones San Antonio.

El Álamo no es parte de este parque; es operado por la fraternidad Hijas de la República de Texas.

Las misiones recuerdan que no sólo Inglaterra y Francia fueron los países europeos involucrados en la formación de Estados Unidos durante el siglo 18, sino también España.

Colectivamente formaron la más grande concentración de misiones católicas de Nueva España y fueron un elemento clave para la fundación de la Ciudad. Por esta razón, San Antonio reconoció su trascendencia y desde 1924 ha trabajado para preservarlas.

Incluso, por su valor están dentro de la lista tentativa estadounidense para ser consideradas Patrimonio Mundial de la UNESCO en el 2012.

Y la mejor noticia es que están abiertas al público diariamente.

Un recorrido por estos sitios históricos es un paseo obligado para quienes visitan San Antonio, y se puede realizar en automóvil o contratando un tour.

Uno de los encantos de estas misiones es que las parroquias continúan activas: hay misas cada fin de semana.

Y es que una característica de estos sitios históricos es que tres instituciones trabajan como equipo para su preservación.

Una es religiosa, la Arquidiócesis de San Antonio, responsable de las iglesias; una gubernamental, el Servicio de Parques Nacionales, encargado de preservar y mantener el terreno, las estructuras y sistemas de irrigación; y una de la sociedad civil, Los Compadres, organización que recauda fondos para la preservación y protección de las misiones.

Su labor ha rendido frutos: las misiones están bien conservadas.

En sus bellos jardines suelen posar parejas de novios, quienes pagan para tomarse fotografias con estos vestigios de fondo.

En el recorrido también se observan acequias en las que aún corre el agua o un molino restaurado que todavía estruja el trigo.

Vale la pena adentrarse en las...

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