Las raíces del VW GTI

AutorDavid Loji

Han pasado 16 años desde que naciera en México el auto que eventualmente se convertiría en el Golf GTI y han sido años bien vividos, pues pocos autos deportivos tienen una clientela tan fiel y apasionada, tener uno casi se podría decir que es el boleto de entrada a un club automotriz.

El primer miembro de la dinastía GTI en México, inició con otro nombre y fue el Caribe GT, aunque en Europa este auto ya se llamaba GTI.

El Caribe GT se diferenciaba mecánicamente de sus hermanos convencionales principalmente por el hecho de que tenía un carburador de dos gargantas, mientras que el sistema de escape, admisión, flechas de propulsión y embrague eran de mayor capacidad.

La suspensión era más baja y reforzada, lo que se complementaba con llantas más anchas. la potencia era de 90 hp@5450 rpm, con lo que de acuerdo con datos de VW de México, el auto aceleraba de los 0 a los 100 km-hr en 12.32 segundos y su velocidad máxima era de 170 km-hr. El peso del auto era de 855 kg, con lo que la relación peso/potencia era de 9.5 kg/hp.

Exteriormente este auto destacaba por tener al menos los primeros años, tapa de la cajuela de color negro que eventualmente cambiara a un simple contorno negro alrededor del cristal trasero, además de emblema en la parrilla; franjas deportivas en los costados, techo y cofre; así como defensas envolventes tipo europeo; contorno rojo alrededor de la parrilla; molduras en los arcos de las ruedas y spoiler delantero de mayor tamaño.

El interior del Caribe GT es el mejor en esta dinastía, pues tenía asientos delanteros Recaro y de sus competidores el único que los ofrecía también era el Magnum Turbo, pero a partir del modelo 1985.

Otro atractivo exclusivo era el tacómetro y como equipo de serie tenía consola central con instrumentación adicional y volante deportivo, que se podían conseguir como accesorios en cualquier agencia VW.

El año de 1987 vio la transformación del Caribe GT, pues su nombre cambió a Caribe Pro, las diferencias principales eran en primer lugar la adición de faros de niebla rectangulares en la parilla y en segundo lugar que las defensas aunque eran envolventes y estilo europeo como en el Caribe GT, en el Caribe Pro eran pintadas del mismo color de la carrocería.

Las franjas deportivas fueron modificadas y tenían un aspecto más discreto. Y el interior recibió nuevos asientos deportivos envolventes en lugar de los asientos Recaro.

Para 1988 el Caribe había recibido un rediseño y en un esfuerzo por uniformizar la...

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