'Ella quería gritar'

AutorJosé Ramírez

Rumaldo Guerrero Orta, el asesino que decapitó a su esposa, en Guadalupe, rompió ayer el silencio.

Y más que arrepentimiento, Rumaldo comparó su conducta, con un pecado que Dios castiga, pero que asegura puede ser perdonado.

"Es un pecado, verdaderamente yo jamás pensaba que me pasara esto", comentó tranquilamente durante una entrevista concedida ayer a EL NORTE, donde reveló que no dio tiempo a que su víctima clamara auxilio a gritos.

En la celda No. 8 de la Cárcel de Guadalupe, donde por cuestiones de seguridad está solo, Rumaldo se mostró tranquilo y dispuesto a hablar de pie, pues no había donde sentarse.

Sin dejar de mirar y apretar sus manos, ésas que decapitaron a su mujer, el taxista, comerciante y hasta panadero, relató la forma en que la conoció, convivió y asesinó a su esposa.

Su silencio y mirada fría y penetrante que había mostrado a los medios de comunicación, desapareció.

Ayer, el presunto homicida parecía no serlo. Sereno, justificó que asesinó a su esposa influenciado por el abandono que ella le dio en vida.

Pero, minutos después, cambió de versión y dijo que la mató por una "ceguera emocional" que atravesó por su mente.

Era la elegida

Hace cuatro años, Rumaldo se encontró con Esther Flores afuera de una iglesia cristiana en Villagrán y M.M. del Llano, y desde que la vio supo que podría ser su esposa.

Rumaldo estaba comiendo con un amigo en una banca, cuando vio a dos mujeres que se acercaban a ellos.

Ya sabía que la "morena", como él la identificó, era la elegida. Era Esther.

"Las invité a comer y aceptaron, entonces les compré sus sodas y lonches para cada una, le di a la güera y a mi señora".

Esther le dio la mitad de su lonche, y a partir de ahí Rumaldo confirmó su visión... era la elegida.

Terminaron de comer y los cuatro entraron a la misa.

Rumaldo no perdió el tiempo, y al salir Esther de la misa, le pidió a Esther que fuera su novia.

La contadora le advirtió: "Vas muy a prisa, vas muy acelerado".

Meses después, la relación fue haciéndose más estrecha hasta que decidieron ser novios y vivir en unión libre.

Se casan, pero...

Después de vivir más de un año en unión libre, Rumaldo y Esther se casaron por el Civil y las ilusiones del matrimonio empiezan a florecer.

"Teníamos planeado, antes de que tuviéramos a nuestra niña, teníamos todos los planes adelantados para nuestra niña para nosotros, para todo lo que teníamos que hacer".

Sin embargo, con el paso del tiempo la felicidad que vio en Esther poco a poco se fue...

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