Queda su voz crítica
| Autor | Daniel de la Fuente |
Además de su afán crítico, si algo caracterizó a Rosaura Barahona fue su profundo amor por leer y escribir.
Hospitalizada desde hacía unas semanas debido a complicaciones por la fibrosis pulmonar que afectó su salud por más de tres años, Barahona se llevó consigo su computadora portátil intentando continuar con sus editoriales que por casi 25 años escribió para EL NORTE.
El último fue del 3 de octubre, en el que habló del uso político de los damnificados por los recientes sismos: "Nosotros, los no pobres, también somos damnificados perennes no de cosas básicas y materiales, sino de espíritu político de lucha. Nos hemos tardado mucho en despertar y todavía en ésas estamos", escribió.
"Es hora de espabilarnos de verdad y cambiar este sistema obsoleto por uno justo que funcione".
La escritora y editorialista, una de las voces más destacadas del periodismo regiomontano, murió ayer 21 de octubre a las 4:45 horas. Como última opción para aliviar su estado de salud se intentó un trasplante pulmonar, pero el procedimiento se complicó.
A la autora le sobreviven su esposo, el cineasta, maestro y crítico Roberto Escamilla Molina, sus hijos Roberta, Corina y José Roberto, y sus nietos: Marco Antonio, Gretta, Bruno, Pablo y una más, Samantha, hija de José Roberto, que nacerá en marzo del año entrante.
Su hijo la describe como alguien alejada de cualquier vanidad.
"No le gustaba para nada que la llamaran intelectual", dice.
"No era falsa modestia, es que no se consideraba así. Sólo amaba leer y escribir, y gracias a eso decía que aprendió mucho, además de que le gustaba mucho animar a la gente a que leyera y escribiera".
Barahona no salió del sueño en el que se sumergió tras su internamiento. Dormida cumplió los 75 años el pasado 12 de octubre.
Muchos desconocían su delicado estado de salud, porque antes de ingresar al hospital por última vez seguía atenta a las noticias y respondía mensajes.
"Estaba feliz de que los Dodgers fueran avanzando hacia la Serie Mundial, hoy estaría muy contenta", comenta su hijo.
"Lo que más le podía era no escribir. Se trajo su computadora al hospital, pero ya no fue posible: el esfuerzo era como subir Chipinque".
Su último texto literario, biográfico, apareció en Papeles de la Mancuspia, publicación con 23 años de existencia y cuyo número más reciente fue presentado el pasado sábado en la FIL.
Ahí, tal como se le solicitó, Barahona describió su vida:
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"Nací el 12 de octubre de 1942, en México, D.F. Tres hermanos habían...
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