PULSO ECONÓMICO / Trimestre incierto

AutorJonathan Heath

Ha sido evidente desde que el Inegi publica el PIB trimestral, que siempre se observa una desaceleración en la actividad económica en la segunda mitad del último año de cada sexenio. Típicamente, el Gobierno saliente pierde el interés, su enfoque es otro y ya no hay presupuesto. Al mismo tiempo, el sector privado empieza a resguardarse, ser más cauteloso ante posibles cambios y decide posponer algunos planes de inversión. Ante los cambios sexenales, hasta el consumo de los hogares empieza a moderarse, ya que habrá reacomodos en muchos puestos de trabajo, tanto en el sector público como en el privado. ¿Pasará lo mismo ahora?

Hasta ahora, todo parece indicar que sí. Si observamos las encuestas de expectativas económicas, observamos revisiones sistemáticas a la baja para el crecimiento de este año desde octubre del año pasado. Por ejemplo, la Encuesta Mensual de Expectativas del IMEF tenía en octubre del año pasado un consenso para el crecimiento de 2.4 por ciento para 2018. Desde entonces a la fecha, observamos una revisión paulatina a la baja hasta llegar desde el mes pasado a 2.1 por ciento. La disminución en la expectativa se dio aún en los meses en que el Inegi reportó una tasa de crecimiento relativamente bueno para el primer trimestre. Cuando Inegi divulgó una tasa negativa para el segundo trimestre, las revisiones continuaron.

No obstante, julio fue buen mes, lo que daba indicios de un buen comienzo para el tercer trimestre. El IGAE creció 0.4 por ciento y su nivel se situó 2.8 por ciento por encima del mismo mes del año anterior, la mejor tasa anual observada desde abril de 2017. En especial, fue notorio el crecimiento de la construcción de 1.4 por ciento, lo que daba indició de un buen avance en la Inversión Fija Bruta (IFB). Dicho y hecho, cuando se dio a conocer la IFB de julio, vimos que creció 0.7 por ciento en el mes, empujado principalmente por la construcción residencial que avanzó 2.3 por ciento en el mes.

Sin embargo, ahora que están empezando a salir los datos de agosto, vemos que julio fue más que nada una excepción, mientras que agosto no pinta bien. La producción industrial disminuyó -0.5 por ciento en el segundo mes del tercer trimestre, empujado a la baja fundamentalmente por una caída marcada de -2.9 por ciento en la construcción, producto de disminuciones en sus tres sectores: edificación...

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