Y pudo ser peor
| Autor | César Tovar |
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GUADALAJARA.- La maldición del superlíder comenzó a rondar a los Tigres, luego de que anoche sufrieron una fea caída, que amenaza con cortarles el sueño de seguir adelante en esta Liguilla.
Lo que parecía un partido cómodo para los felinos, ya que hasta el minuto 40 lo controlaban, terminó siendo una pesadilla, pues acabaron siendo arrollados por unas veloces Chivas que los vencieron por 3-1 e incluso fallaron un gol más que hubiera sido letal, en el partido de ida de los Cuartos de Final del Clausura 2011.
Por primera vez en el torneo, los pupilos de Ricardo Ferretti recibieron 3 goles y lo hicieron cuando más se necesitaba que los sacara adelante esa solidez defensiva que mostraron en la fase regular y que les permitió aceptar sólo 9 tantos durante las 17 fechas.
Una desconocida defensa, desarticulada e imprecisa, lapidó el buen trabajo realizado durante prácticamente todo el primer tiempo y, de no haber remontada, el sábado en el Universitario podría convertirse Tigres en un equipo más que entra la Liguilla como superlíder y que no puede ser campeón. Como ya le sucedió en el Invierno 2001 y Apertura 2003.
La estadística es escalofriante: sólo en 5 de los 29 torneos cortos que se han disputado, el líder general se ha coronado.
Ayer, durante casi todo el primer tiempo, Tigres fue dueño de la pelota, controló al Guadalajara y aunque fue poco profundo e incisivo en sus ataques, se bastó para llegar ante el arco de Luis Michel un par de veces.
Luego, como suele ocurrir con los despistes, Jorge Torres Nilo, impecable hasta entonces, tuvo uno en el momento menos oportuno.
El lateral fue desbordado por la genialidad de Marco Fabián, quien con plena libertad envió un centro que botó en el área chica y pasó hasta donde llegó Omar Arellano, incomprensiblemente sin marca, para anotar el 1-0.
El tanto de Arellano fue un mazazo moral para los Tigres, quienes comenzaron a entender que la suerte no estaba anoche de su lado. Así concluyó el primer tiempo.
Ya en el complemento, recién a los 3 minutos, Damián Álvarez, quien continuamente arreó a sus compañeros, cobró un tiro de esquina que conectó Jesús Molina con la cabeza para emparejar los cartones.
El marcador dio cierta justicia, pues de nuevo Tigres se plantaba mejor en el campo sintético del Omnilife, en donde ya Jonathan Bornstein ocupaba el lugar de David Toledo.
Para desgracia de los felinos, la placidez con que marcó en cada jugada de táctica fija le cobró factura.
Al 59', en un córner...
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