Prueba, aprende y disfruta

AutorÉrika Dávila

Preguntar, investigar y probar son las tres acciones que todo principiante en el tema de vinos debe realizar si desea conocer más y mejor el mundo enológico.

Maricarmen Zavala, representante de la distribuidora Vinos del Mundo en Monterrey, indica que en ocasiones, por pena o vergüenza, la gente no se anima a preguntar lo básico acerca del vino y, por ende, no llega a conocer mucho sobre los caldos de uva.

"Para iniciar, yo recomiendo acercarse con alguien que sepa de vinos, sin miedo a preguntar.

"Lo típico que pasa cuando la gente va a restaurantes es que le da pena hacer preguntas sobre uno u otro vino, pero hay que recordar que nadie nacimos sabiendo", expresa.

Algunas de las dudas más elementales de un principiante en este tema son cómo escoger un buen vino, qué tan necesario es fijarse en la marca o región del producto que se ofrece, si es mejor el tinto que el blanco, a qué temperatura se debe servir, cuándo preferir un espumoso y si el hecho de que un caldo sea caro significa que será de mejor calidad.

Al hecho de preguntar también va ligada la investigación o el estudio que cada persona interesada realice a fin de adentrarse en el mundo enológico. Libros, internet y revistas serán útiles en este aspecto.

"Cuando te interesa algo lo investigas, lo estudias, vas leyendo, viendo e investigando más acerca del tema; luego te inscribes en cursos o seminarios".

Y, por supuesto, probar diferentes tipos de vinos es elemental para quien tiene poco disfrutándolos.

"Creo que empezaríamos educando el paladar con uvas suaves, porque si empiezas con uvas súper potentes, con estructuras impresionantes, como las cabernet, de seguro no te va a gustar".

De hecho, Zavala comenta que existe una tabla que marca de menor a mayor la intensidad de las uvas, en la que cepas como muscat, semillón, gamay y pinot noir son las más suaves.

"Para ir identificando sabores hay que probar diferentes tipos de uva gamay, por ejemplo, o distintos tipos de pinot noir, hasta que llegas a un chardonnay o cabernet franc, que son uvas bastante potentes, pero de esta manera no percibes un cambio de intensidad tan radical", indica.

Otra forma de entrenar el paladar es por medio del olfato, es decir, oliendo todo tipo de ingredientes o flores que puedas. Como ejemplo están las frutas, pimientos, flores blancas y rojas, especias y hierbas de olor.

"Así vas identificando esos olores en los vinos", menciona Zavala. "Aprender de vinos es más sencillo de lo que parece".

¿Y qué...

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