Proyecto Familia/ Una Navidad como si fuera la última

AutorDiana Rodríguez de Ibarra

La Navidad es de las últimas fechas que festejamos en el año, el calendario marca cada mes y con ello funcionamos cada día hasta llegar a diciembre.

Estamos a tal grado programados que planeamos todo, los regalos, las reuniones, la cena, la ropa, como si tuviéramos asegurado que todo va a ser así.

Todo esto es resultado del materialismo en que vivimos, pues no queremos detenernos a pensar que en un instante todo puede cambiar, y sin darnos cuenta dejamos de pensar en lo valioso de la vida, que es en sí la vida misma.

La vida es un don que se nos otorga porque nada se nos pide a cambio ni se nos exige ninguna condición para merecerla, simplemente se nos da y cada quien hacemos de ella lo que más nos conviene.

Hay quien aprovecha cada instante realizando un sinfín de cosas, pero es tanta la actividad que tiene que les quita la oportunidad de disfrutar lo bueno de la vida, por el contrario hay quien vive la vida de manera desorganizada sin asumir responsabilidades por lo que se meten en tantos líos consigo mismos y con los demás, que les impiden apreciar lo verdaderamente valioso de su existir.

La Navidad es la época del año que ocasiona en las personas las más variadas emociones, alegría, tristeza, ilusión, esperanza, recuerdos, y reflexiones, pero ¿si ésta fuera la última Navidad, qué haría?

En un ejercicio de conciencia y reflexión se les hizo esta misma pregunta a un grupo de personas hombres y mujeres y vea usted lo que respondieron.

A los padres

"Si fuera mi última Navidad les diría a mis padres que los amo, que reconozco y agradezco su esfuerzo, su dedicación y sus cuidados, que me arrepiento de haberlos ofendido, de haberles mentido, y de hacerles pasar algún mal momento, si volviera a nacer sería el mejor hijo, y esta Navidad los visitaría y les llevaría de regalo el abrazo más fuerte que jamás les he dado y les diría con el corazón: gracias por darme la vida y por permitirme sentir este amor que ahora siento por ustedes y que tontamente no me había permitido reconocer".

A la esposa(o)

"Si fuera mi última Navidad le diría a mi esposa(o): La vida nos unió y nos dio la oportunidad de conocer el amor, pero que lástima que no supe aprovechar cada momento para demostrarte que te amo, perdí el tiempo en exceso de trabajo, en diversión, en pensar egoístamente siempre en mí y te privé de todas las atenciones que mereces, te pido perdón por esos pleitos sin sentido, por esos gritos y palabras inmerecidas, por exigirte lo que no tenía...

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