Proyecto Familia / Distingue entre ser leal y cómplice
| Autor | Ma. Victoria Cantú de Santos |
"La traición la emplean únicamente aquellos que no han llegado a comprender el gran tesoro que se posee siendo dueño de una conciencia honrada y pura".
Vicente Espinel
Se aprecia mucho el valor de la lealtad cuando se ha sufrido una traición. Qué dolor causa descubrir que a la persona que le has confiado tus secretos, problemas e inquietudes, no los sabe respetar y los comenta con otras personas, criticándote.
Es un golpe fuerte porque con esa actitud muestra que no aprecia tu confianza, amistad, ni tu persona. A lo mejor simplemente se aprecia a sí misma y busca ante todo quedar bien ante los demás, aunque se lleve de encuentro a los amigos.
LEALTAD O COMPLICIDAD
Una persona leal se compromete con sus amigos en las buenas y en las malas.
No se debe abandonar a los amigos cuando están en problemas o cuando sufren. Sin embargo, la lealtad no incluye ser cómplice de delitos o malas actuaciones.
La lealtad busca el bien, la verdad, e implica rectitud y franqueza. Si un amigo comete un delito y te lo confía o tú lo descubres, debes ayudarlo a que lo reconozca y asuma las consecuencias de su error.
Si no lo haces, traicionas tu propia conciencia al encubrirlo. No eres leal a ti mismo ni a tu amigo, porque no corregirlo significa dejarlo caer en la mecánica del mal que lo alejará del bien y de la felicidad.
Un mal lleva a otro mal y es un torbellino que es necesario detener antes de que cause más daño.
La palabra "lealtad" viene de legalis, legal, en latín. Es decir, leal es una persona que actúa de acuerdo con la ley, con la verdad y sabe cumplir sus acuerdos y responsabilidades.
La lealtad lleva al respeto de nuestras convicciones, es la expresión de nuestro ser, sin dobleces, sin apariencias. Una persona leal es digna de confianza.
CUANDO FALLA LA LEALTAD
Escuchamos casos de esposos que engañan a sus mujeres y abandonan a sus familias. Ejecutivos que abusan de la confianza de los accionistas y dueños de las empresas. Autoridades que no realizan sus funciones con responsabilidad.
¿Por qué los seres humanos pueden traicionar al que le tiende la mano?
Para comprender un poco la traición, hay que partir de la verdad antropológica del hombre que lo define como un ser limitado que busca el bien, pero que falla y se deja llevar por el mal.
El hombre es débil, pero esta verdad no lo justifica porque en su naturaleza existe grabada la necesidad de...
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