Son producto del verano

AutorMaría Fernanda Torres

El calor del verano se relaciona con vacaciones y actividades recreativas, pero también con infecciones gastrointestinales.

Dichas enfermedades son comunes en esta temporada porque las altas temperaturas aceleran la descomposición de los alimentos y aumentan las probabilidades de consumir productos fermentados.

Esta situación, aunada a una mala higiene al cocinar los alimentos y la falta de aseo de manos de quienes los preparan o consumen, incrementa el riesgo de contraer infecciones que dañan el aparato digestivo.

Diarrea aguda, dolor abdominal, náuseas, vómito y fiebre son los principales síntomas de las infecciones gastrointestinales denominadas científicamente como gastroenteritis.

"Las diarreas agudas pueden ser causadas por virus, bacterias o parásitos", señala el gastroenterólogo César Antonio Marrufo García.

La gastroenteritis provocada por virus es frecuente en menores, siendo el rotavirus el más común.

"Los virus se transmiten como cualquier otro virus (como el de la gripa), a través del ambiente, estornudos, secreciones de saliva, que entran en contacto con mucosas conjuntivales u orales", advierte el médico internista.

En cambio, la fuente principal de contagio de bacterias, y algunos parásitos, es la ruta fecal-oral.

"Esta ruta se presenta cuando alguien enfermo de diarrea, por ejemplo un cocinero, que no tenga hábitos de higiene adecuados, al preparar los alimentos con sus manos contaminadas aumenta el riesgo de que las bacterias, toxinas o esporas sean ingeridas por las personas que consuman esos alimentos", explica Marrufo.

Dentro de este tipo de bacterias, la más común es la Escherichia coli con cuadros diarreicos de hasta una semana, así como la Salmonella y la Shigella thypi, cuyo periodo de evolución es hasta de un mes.

"Los parásitos son menos frecuentes, pero también ocasionan cuadros de diarrea aguda, siendo la Entamoeba histolytica el más común", señala el especialista.

El calor descompone

Las altas temperaturas también favorecen las intoxicaciones alimentarias, que a diferencia de las infecciones gastrointestinales son causadas por toxinas preformadas por patógenos que fermentan la comida.

"Existe un grupo de bacterias que generan toxinas en la comida cuando queda expuesta al medio ambiente o no se refrigera de forma adecuada", manifiesta el gastroenterólogo César Antonio Marrufo García.

Al consumir el alimento, aparentemente en buen estado, las toxinas preformadas producen el cuadro de diarrea aguda.

"El clásico...

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