Premiará Alemania sus frutos

AutorHéctor Alvarado

Su virtud de hacer brotar lo verde en lo agreste con un fertilizante de su creación, ya lo había lanzado a planos internacionales.

Ahora, gracias a un nuevo desarrollo, el "Esporalis", un biofungicida que funciona como vitamina para plantas y árboles, el agrónomo Antonio Muñoz Santiago se consolidará como un talento mexicano, que hoy recibirá un segundo reconocimiento internacional en Francfort, Alemania.

Desde su laboratorio, enclavado en la Colonia Narvarte de Monterrey, Muñoz Santiago creó el biofungicida que ya recibió patente provisional en los Estados Unidos y que será causante de que hoy reciba el premio "El Arco de Europa" (The Arch of Europe. Gold Star Award).

El galardón, que entrega la Dirección de Iniciativa Empresarial (Business Initiative Directions), conocida por sus siglas como BID, con sede en Madrid y oficinas en todo el mundo, reconoce a los mejores desarrollos en el mundo, registrados en la Gaceta de Patentes Internacionales, que publica el Gobierno de los Estados Unidos.

El agrónomo, oriundo de Nayarit y arraigado desde 1970 en Monterrey, desarrolló en siete años el biofungicida, que busca un mejor cultivo de vegetales, plantas y árboles.

Muñoz Santiago ha recibido muchas peticiones de sus productos, principalmente del fertilizante orgánico "Green Turf", también patentado en Estados Unidos y por el que recibió el año pasado, en París, la Estrella de Oro Internacional del World Quality Commitment.

"Tenemos la satisfacción de que nuevamente nos tomarán en cuenta para otro premio internacional; ahora desarrollamos un biofungicida, que se pretende sustituya a los fungicidas convencionales, que son productos que al resolver un problema, de alguna forma traen consigo otros", explicó el egresado en 1976 de la UANL.

Desde su negocio llamado Laboratorio de Investigaciones y Diagnósticos Agropecuarios, el investigador de 54 años y su equipo de colaboradores crearon la fórmula que controla dos hongos malignos para la salud de las plantas.

El problema con los fungicidas convencionales, explicó, es que además de controlar a los hongos dañinos, matan a otros muy benéficos para el desarrollo de las plantas.

Los fungicidas convencionales, señaló, se usan para contravenir esos dos hongos, pero a la vez matan a algunos benéficos, provocando daños colaterales.

El biofungicida es específico y sólo controla a los hongos malignos, principales enemigos del tomate, papa, lechuga y chile.

Dado que esos dos hongos causan muchos problemas a nivel...

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