Predican su fe en la oscuridad

AutorLeonardo González

Entre sombras, ellos se adentran cada noche en algunas de las colonias más vulnerables de la Ciudad para predicar la Palabra de Dios.

Recorriendo callejones, parques abandonados y casas semidestruidas, los jóvenes de Raza Nueva, grupo de la Arquidiócesis de Monterrey, se acerca sin miedo a las "clicas", como suelen llamarse a las barras formadas por chavos que se protegen entre sí unidos por el sentido de pertenencia a un barrio.

¿Su objetivo? Sacar a los jóvenes de las adicciones y la delincuencia. Buscan que vuelvan a la escuela, que se acerquen a Dios y se transformen, así, en raza nueva.

Esta misión creada en el 2004 hace que jóvenes ex pandilleros de Escobedo, Apodaca, García, Juárez y Guadalupe salgan a las calles y busquen marcar a otros jóvenes con la fe y sus testimonios de vida.

LUZ EN LA PENUMBRA

Buena parte de la Colonia Alianza Real en Escobedo está en penumbras.

Aunque los postes de alumbrado público están ahí, rara vez encienden. Los jóvenes que viven en el sector están acostumbrados ya a caminar en la oscuridad.

Es ahí donde, montados en sus propios carros, llegan los chavos de Raza Nueva.

Ya los conocen y esperan, se saludan con señas y por un momento paran de consumir drogas.

Se reúnen en círculo y escuchan atentos, casi todos, sus palabras. Leen un versículo de la Biblia, y después reflexionan sobre él.

"Muchas veces la gente te ha dicho que eres un drogadicto, que eres un pandillero. Muchas cosas malas que te has creído, pero hoy yo quiero que te creas que eres bueno porque Dios no hace mugrero", les dice el misionero Armando Lucero a los jóvenes de la pandilla "Nuevos Solos".

"El problema no es que yo crea en ti, ni que la demás gente crea en ti. Todo es de que tú creas en ti, carnal, que hay algo más para tu vida".

Acercarse y conocer a los chavos de las "clicas" es un proceso que requiere paciencia.

Primero los invitan a torneos de futbol organizados por Raza Nueva. Después los buscan cada día para predicar el Evangelio y les ayudan a dejar las drogas. También les ofrecen becas e invitan a campamentos donde reflexionan sobre su fe y practican deporte.

Salen en la noche, porque la mayoría de los chicos de las pandillas trabajan o estudian.

Contrario a lo que se pudiera pensar, una investigación realizada por la agrupación con mil 301 chavos banda de Monterrey y su área metropolitana reveló que el 72 por ciento de ellos tiene una ocupación.

En Monterrey y Escobedo, los "ninis" (ni estudian, ni trabajan) sólo representan...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR