El precursor del gol
| Autor | Ismael López |
El primer artillero en alcanzar notoriedad ante los ojos del orbe y cuyo nombre quedó grabado en los anales del futbol mundial, fue el argentino Guillermo Stábile.
Este centro delantero notablemente elegante y eficaz, escribió una página memorable en la primera Copa del Mundo de futbol, que se celebró en Uruguay 1930. Los ocho goles que anotó en cuatro partidos y que lo convirtieron en el primer campeón goleador de este torneo, también lo ubicaron como uno de los grandes romperredes de la historia de los Mundiales.
Stábile nació en Buenos Aires, el 17 de enero de 1906. Hijo de un emigrante italiano, era el quinto de 10 hermanos. Desde pequeño comenzó a manifestar sus grandes dotes futbolísticas que lo llevarían a erigirse en uno de los mejores goleadores del futbol sudamericano y del mundo.
Fue descubierto jugando en las calles de la capital argentina por un buscador de talentos del Club Huracán, que lo llevó a esa organización y a los 17 años hizo su debut en el equipo de Primera División. Comenzando así su ascenso futbolístico que lo llevaría a ser convocado por primera vez a la selección de Argentina, en 1926.
Y cuatro años después, en la primera Copa del Mundo de Uruguay 1930, era suplente de Roberto Cherro, pero una crisis nerviosa que tuvo el ariete titular después del estreno de Argentina ante Francia, le dio a Stábile la oportunidad de tomar su lugar en la alineación desde el segundo partido del torneo, contra México.
Apenas a los ocho minutos de juego, "El Filtrador" (o Infiltrador", como se le conoció por su estilo de pasar en medio de los zagueros) mostró que no le pesaba la responsabilidad, al anotar su primer gol. Al final de ese juego lograría dos tantos más en el 6-3 que los argentinos le propinaron a los mexicanos, convirtiéndose en el primer jugador en conseguir ese número de anotaciones en un encuentro de Mundial. En total concretó ocho goles y se erigió en el primer campeón goleador de la historia de la Copa del Mundo y, por ende, fue el primer romperredes que se conoció en el orbe.
Su consagración en la Copa del Mundo provocó que, inmediatamente después del torneo, su traspaso fuera disputado a precio de oro por los clubes italianos Juventus y Génova, siendo éste último el que lo adquirió, pagando 25 mil pesos, cantidad que en esa época fue considerada estratósferica.
Guillermo era hijo de italianos, y como en esa época era común que los mejores jugadores "oriundos" de Argentina y de Brasil fuesen a parar al futbol...
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