Positiva desde adentro

AutorClaudia Mendoza

Con la inminente llegada del 2008, las expectativas de un mejor futuro se abren, pues el inicio de un nuevo año siempre trae consigo la oportunidad de comprometerte a mejorar muchos aspectos de tu vida, aunque para lograrlo se requiere de un pensamiento optimista que atraiga cosas buenas.

Pero la influencia de un pensamiento positivo no es un concepto nuevo, pues hace mucho tiempo se notaron los resultados que se obtenían a través de mantenerse optimista ante la vida.

"Empezaron a descubrir que gente con pensamientos positivos, optimistas y de salud llegaba a ser más sana y aumentaba su nivel inmunológico. La gente con una autoestima más alta, que pensaba sólo en cosas buenas, tenía mejores resultados.

"Las personas que tienen más pensamientos de abundancia generan y atraen más abundancia de manera casi mágica", indica la psicoterapeuta Lourdes Plata.

Este sentido de mirar las cosas en su lado bueno ayuda a encontrar siempre un aspecto positivo dentro de lo desagradable, explica la psicóloga Raquel Villafuerte Eudave.

"Alguna gente, por naturaleza, mira más lo positivo. En general, podríamos decir que son personas que tienen esa particularidad, pero también es un aspecto que, en ocasiones, se va desarrollando y otras lo aprenden dentro de sus familias", afirma Villafuerte Eudave.

En la actualidad es conocida la influencia de la mente sobre la materia, pero en ocasiones este poder es usado únicamente a nivel superficial.

"He tenido pacientes que están leyendo el libro 'El Secreto' y está muy bien, pero sólo quieren usarlo para mentalizar una casota o un viaje a Hawai, siendo ésta una visión limitada de nuestro potencial.

"Con la fuerza de nuestro pensamiento podemos crearnos salud, armonía, bienestar y amor, pero tiene que ser la fuerza del pensamiento desde adentro".

Y es que es muy fácil decir que tienes una actitud positiva, pero en tus actos o en tu inconsciente existen, en ocasiones, otros tipos de comportamientos.

"Se tienen que crear redes neuronales fuertes. Una persona habituada a sufrir y quejarse de la vida, genera un nivel químico de neurotransmisores al que se hace adicta y luego ya no puede ser feliz, porque necesita esos neurotransmisores.

"Hay vías neuronales y cadenas que piden sufrir como seres humanos por dejar de creer en nosotros mismos, en el amor, y en la realidad superior hemos generado un hoyo de autodestrucción", explica Plata.

Aunque a veces no lo parezca, la mayor parte de los conflictos son creados por los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR