Lo pondrán bien rellenito

AutorSonia Torres y Esmeralda Martínez

Es un polifacético dentro de la gastronomía mexicana, pues tiene tantas variantes como historia.

El tamal, de raíces prehispánicas y sabor incomparable, es el invitado fiel a las fiestas de todo México en cualquier época, aunque es en Navidad cuando más sale a relucir en las posadas o las cenas.

Cada estado de la República alberga en su haber un sabor diferente de acuerdo a sus riquezas culinarias; los estados sureños, por ejemplo, elaboran sus tamales en hoja de plátano y con piezas enteras de carnes; en el norte, en cambio, se usan más los tamales de dedo, por lo delgadito, cuya masa es sazonada con chile colorado.

La socióloga Beatriz Ramírez Woolrich lo define como un paquete comestible que tiene su presencia a partir del maíz, ya sea en sus hojas, en su masa o en su relleno.

"Hay muchas formas de clasificarlos, porque están los prehispánicos, los tradicionales y los de la Nueva España. Además, según la región se toman los ingredientes de que disponen, creando su estilo y cocción".

Por ejemplo, los tamales del norte se distinguen por ser de carne, debido a que en esta parte del País hay mayor presencia de ganado, mientras que en el sur tienen más variedades de salsas en sus rellenos.

"También se pueden clasificar por tamaño. Los miniatura se elaboran en ciertas regiones de México, y los grandes, como el zacahuil, se preparan en la Huasteca Potosina; este tamal es preparado por los hombres e implica todo un ritual, pues la masa de maíz es preparada por las mujeres en su cocina, y los hombres lo hornean fuera de la casa; mide metro y medio o 2".

Hay también varios procesos para preparar el tamal, pues algunos son al vapor, otros al fuego, tatemados, en cazuela y al horno.

En México cada lugar tiene su estilo e ingredientes para prepararlos, pero el estado que más variedad en tamales tiene es Chiapas, en donde se usa la hoja de plátano.

Con el tiempo han surgido variedades de tamales para todos los gustos y exigencias, como los vegetarianos, que además del proceso de nixtamalización que requiere la masa, se ablandan con agua.

"Esta receta es muy parecida a la costumbre prehispánica de prepararlos, pues no se utiliza manteca, sólo agua, aunque ahora este ingrediente también se sustituye por aceite de oliva, yogur o mantequilla, que los hace más flexibles".

Los tamales dulces son del centro de México y se preparaban para celebrar las Primeras Comuniones de los niños; generalmente son de piña y fresa.

De Escuinapa, Sinaloa, son los tamales de camarón, pero hay de ingredientes exóticos como los de iguana, carne y huevo que se preparan en la costa de...

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