De Política y Cosas Peores/ La vecindad es ventaja

AutorCatón

El señor cura quería aprender a jugar golf. Se compró la ropa indicada y el mejor equipo que encontró. Cuando llegó la mañana del sábado se dirigió muy contento al campo de golf y contrató los servicios de un caddie para que lo acompañara a hacer el recorrido. Lleno de animación coloca el sacerdote la pelota en el tee y se dispone a golpearla con el bastón. ¡Zas! Falla una vez. ¡Zas! Falla otra. ¡Zas! Falla una tercera. Mohíno y encorajinado, la cabeza hundida en los hombros, se queda en silencio rumiando su enojo y frustración. Con tono de reproche le dice entonces el muchacho: "-Padrecito: éste es el silencio más maldiciento que he oído en toda mi vida''... Está bien: desde los tiempos en que Agustín de Iturbide logró emancipar a México de España la historia de nuestro país ha sido determinada por los Estados Unidos. Nos tocó tener por vecino al pueblo más poderoso de la tierra, y es sólo natural que las leyes de la geopolítica, tan ineluctables casi como las naturales, nos hagan girar en torno de los Estados Unidos igual que el satélite gira en torno de la gran masa del planeta dominante. A eso, mal que nos pese, nos tenemos que resignar. Pero podemos sacar ventajas de esa circunstancia inevitable. Repetimos aquello de "-Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos", pero muchos países de la tierra nos envidiarían esa vecindad. Hago una formal invitación a todos mis compatriotas mexicanos. ¡Los invito a considerar nuestra vecindad con los Estados Unidos como un recurso natural! Pensamos que nuestros recursos naturales son el petróleo, la plata, el algodón. ¡Pero también la circunstancia geográfica que nos une al poderoso vecino es un...

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