DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Para oír bien

AutorCatón

Una vez ante un médico famoso llegóse un hombre de mirar sombrío. "-Sufro -le dijo- un mal tan espantoso como esta palidez del rostro mío". "-¿Qué le sucede?" -quiso saber el galeno. "-Doctor -responde angustiado el tipo-. Estoy perdiendo el oído. Daría todo por oír bien otra vez'". El especialista, después de examinarlo, le preguntó: "-¿Come usted mucho?". "-Sí, doctor. Soy un gourmand que aprecia los placeres de la buena mesa". "-Tendrá que dejar eso. De hoy en adelante su dieta será media toronja en el desayuno, 30 gramos de pescado hervido en la comida y una manzana en la cena". "-Seguiré esa dieta, doctor. Lo que quiero es oír bien". "-Perfecto. ¿Fuma usted?". "-Mucho, doctor. Más de dos cajetillas diarias". "-Deberá dejar el cigarro". "-Lo dejaré, doctor. Quiero recuperar el oído". "-Y dígame: ¿bebe usted?". "-Sí, doctor. Me considero un gourmet". (Nota: Jean-Anthelme Brillat-Savarin, autor de esa biblia del comer y el beber que se llama "Fisiología del Gusto" (1825), distinguía entre gourmand, buen gastrónomo, y gourmet, buen apreciador de vinos selectos). Siguió diciendo el hombre: "-Me gustan los buenos vinos y licores". "-Despídase de ellos. Ya no podrá beber más que agua". "-Sólo agua beberé, doctor. Lo único que quiero es oír bien". "-Lo felicito. Tiene usted mucha determinación; es un magnífico paciente. Le aseguro que con esos sacrificios mejorará la salud general de su cuerpo y se cumplirá su anhelo: oirá perfectamente bien. Voy a escribirle una receta... Ah, se me olvidaba algo. ¿Practica usted el sexo?". "-Claro que sí, doctor. Me encantan las mujeres". "-Tendrá que dejar de hacer el amor algunos días. Digamos, una semana". "-¡Ah, no, doctor! ¡Eso sí que no! Prefiero quedarme sordo como estoy. Total, pa' las pendejadas que oye uno"... El Padre Arsilio notó que una pareja de ancianitos iba a la misa de 11 todos los domingos, y que a lo largo de la celebración permanecían tomados de la mano. Lo conmovió ver eso, y un día los felicitó. "-Son ustedes un ejemplo -les dice-. A todos nos inspira verla, señora, tomar de la mano a su marido". Responde la ancianita: "-Es el único modo de evitar que le pellizque una pompi a la mujer que está delante"... Un individuo de barba sucia y descuidada...

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