DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / ¿Dimisión?

AutorCatón

No demos ningún crédito al rumor según el cual la Madre Teresa de Calcuta fue casada. Quienes propalan esa versión, seguramente apócrifa, cuentan que un hombre anciano, pobre y solitario, halló una lámpara de forma extraña. La frotó para limpiarla, y de la lámpara salió un genio de Oriente que le dijo: "-Gracias, amo. Me has liberado de mi prisión eterna. Pídeme tres deseos; te los concederé". Pidió el hombre: "-Hazme joven y guapo". ¡Wham! El anciano se encontró de pronto convertido en un apuesto galán en flor de edad. Enunció su segundo deseo: "-Quiero mucho dinero". ¡Whoz! Se vio rodeado al punto por montones de billetes y enormes pilas de monedas de oro. "-Mi tercer deseo -dijo entonces el tipo, feliz-, es casarme con la mejor mujer del mundo". Vuelvo a decirlo: no demos ningún crédito al rumor según el cual la Madre Teresa de Calcuta fue casada... Aviso de importancia. Al final de este artículo -por cierto indefinido- viene un relato sicalíptico del peor gusto que es dable imaginar. Doña Tebaida Tridua, presidenta ad vitam interina de la Pía Sociedad de Sociedades Pías, puso en él los ojos, y eso bastó para que le salieran en las posaderas escútulas de pórrigo lupinoso, o sea tiña. Tan lamentable suceso aconteció a principios del pasado mes de octubre, y es fecha que la ilustre dama todavía no se puede sentar sin proferir un gemido lastimero que conmueve hasta a los más duros corazones. Desaconsejo, entonces, la lectura de esa vitanda historietilla. Si alguien la lee lo hará bajo su propio riesgo... El pasmo de estos días ha causado un alud de peticiones de renuncias. Hay quienes piden la de Peña Nieto; otros exigen la salida de tal o cual Secretario, y aun del Gabinete en pleno; aquéllos demandan que el Gobernador Fulano haga entrega de su cargo y se vaya a vivir en algún remoto sitio del planeta, Timbuctú por ejemplo. A mí esas solicitudes de renuncia me hacen pensar en el estrépito de los atabales a cuyo fragor nuestros antepasados indios entraban en batalla: hacían mucho ruido, pero a la hora de combatir no servían para nada. Hoy por hoy a todos nos conviene mantener la calma, y abstenernos de hacer aportaciones a la confusión general. Particularmente infortunada me pareció la moción que hizo...

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