DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Abuso de poder

AutorCatón

En la conferencia sobre moral sexual, el disertante le pregunta al público: "-¿Puede alguien decirme la diferencia que hay entre adulterio y fornicación?". Levanta la mano una señora. "-Maestro -dice-, yo he hecho las dos cosas, y me parecieron exactamente iguales"... El Creador estaba preocupado: Adán y Eva crecían, pero no se multiplicaban. Así, llamó al hombre y lo instruyó: "-Ve con tu mujer y dile que quieres un beso". Fue Adán, y regresó con una gran sonrisa. "-Le dije a Eva que quería un beso -relató-. Ella juntó sus labios con los míos, y aquello fue algo muy hermoso". "-Ahora -le ordenó el Señor -ve con tu mujer y pídele que te acaricie". Fue Adán, y regresó con evidentes señas de urente excitación. "-Le pedí a Eva que me acariciara -dijo respirando fuerte-, y ella me hizo tales cosas, y con arte tal, que ahora siento impulsos y deseos incontenibles". El Padre supo que las cosas iban bien. Le dijo a Adán: "-Ahora ve con Eva y dile que quieres sexo". Fue Adán, y regresó poco después lleno de confusión. "-Señor -preguntó desconcertado-: ¿qué es un dolor de cabeza?"... En la cuenta del Presidente de la República ha de ponerse, sin lugar a dudas, el apresamiento de Hank Rohn. Calderón tuvo que haber autorizado la llamada "anónima" que condujo a la detención del hijo de Carlos Hank González. Inoportuna, torpe y desmañada es esa acción presidencial. Resulta patética a la vista de su segura ineficacia. Consumada en burda coincidencia con el proceso electoral del Estado de México, en nada ayudará a Luis Felipe Bravo Mena, cuya débil candidatura corresponde a la apagada imagen del panista, último en la preferencia de los electores. Si algún resultado tuviera este aberrante golpe de política, que no policíaco, su efecto beneficiaría en todo caso al candidato del PRD, Alejandro Encinas, opositor de Calderón y pupilo de su mayúsculo adversario, López Obrador. Lo sucedido muestra una vez más la desesperación del Presidente, su impotencia ante los acontecimientos que se le vienen encima. Hank Rohn, desde luego, no es en manera alguna defendible...

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