DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / 'Absueltos'

AutorCatón

Al principiar la noche de bodas el novio le preguntó, severo, a su flamante mujercita: "Dulciflor, ¿eres virgen?". Respondió ella, molesta: "¿En estos momentos quieres hablar de religión?"... Babalucas era el sacristán de la iglesia del pueblo. Le dijo muy preocupado al párroco: "Señor cura, la nueva cuerda para la campana está muy larga. Tendremos que hacer más alto el campanario"... El abogado le anunció a su cliente: "Hamponio, te tengo dos noticias, una mala y una buena. La mala es que has sido condenado a la silla eléctrica. La buena es que conseguí que le bajen un poco el voltaje"... Estaba prohibido entrar con mascotas en el parque público. Doña Panoplia de Altopedo, dama de buena sociedad, fue a pasear ahí con su perra, un fino ejemplar de raza Highrump. La vio un gendarme y le dijo: "Señora, voy a sacar a su perrita". "¡De ninguna manera! -protestó con vehemencia doña Panoplia-. ¡La Piti no va a tener perros policía!"... En su lecho de hospital don Valetu di Nario volvió en sí de la anestesia. El hombre que estaba en la cama de al lado le preguntó de qué lo habían operado. "Fue una intervención sencilla -contestó él-. Me sacaron el apéndice". "Tiene usted suerte -dijo el hombre-. A mí me hicieron una operación a corazón abierto. El médico me dejó adentro un bisturí, y tuvieron que operarme nuevamente". Habló otro paciente: "A mí me sucedió lo mismo: el cirujano me dejó adentro una esponja". En eso entró el doctor que había operado a don Valetu y preguntó a las enfermeras: "¿Alguna de ustedes vio dónde dejé mi sombrero?". Al oír aquello don Valetu se desmayó... El caníbal le dijo a su mujer: "Nuestro nuevo vecino no me gusta nada". Le indicó ella: "Entonces cómete nada más las verduras"... David Korenfeld, dicen quienes lo conocen bien, es una buena persona y un funcionario que desempeñó con eficiencia el cargo que le fue encomendado. La acción aparentemente inocua en que incurrió, y que a final de cuentas devino en su obligada renuncia, deriva de algo no tan inocuo: el insano sentimiento que lleva a los políticos a sentirse absolutos. En su origen la palabra latina "absolutum" proviene del verbo "absolvere", que significa desatar, dejar libre. Quien se siente absoluto se...

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