DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Un hombre sabio

AutorCatón

"-Quiero que me digas la verdad: ¿por qué los hombres buscan tanto a mi mujer?". Eso le preguntó en el bar un tipo a otro. Respondió éste: "-Supongo que es a causa de su impedimento de lenguaje". "-¿Impedimento de lenguaje?" -se desconcertó el marido-. No he advertido en mi esposa ningún impedimento de lenguaje". "-Tiene uno -le indicó el amigo-. No sabe decir que no"... Babalucas pasó por un establecimiento comercial y vio una docena o más de finísimos abrigos que colgaban de sus respectivos ganchos. Entró y empezó a probarse uno tras otro. De pronto fue hacia el encargado y le reclamó: "-¿Por qué todos se me quedan viendo?". Le contestó el hombre: "-Porque está usted en una tintorería"... Los azares de una noche de farra con sus antiguos compañeros de generación llevaron a don Valetu di Nario, senescente caballero, a verse en una habitación de hotel con una linda chica. Ella notó que el maduro señor vacilaba antes de empezar las acciones. El mismo don Valetu se adelantó a explicar esa vacilación. "-Perdona, linda -le dijo muy apenado a la muchacha-. Hace tanto tiempo que no tengo sexo que ya no recuerdo quién amarra a quién"... Sólo una vez -con esas palabras inquietantes empieza una bella canción de Agustín Lara-, sólo una vez, digo, he tenido el privilegio de tratar a don Francisco Rojas. Antepongo a su nombre el don del "don" porque aunque tiene bastantes años menos que yo -casi toda la población del mundo tiene bastantes años menos que yo-, me pareció, por su conversación, un hombre lleno de sabiduría no sólo política, sino también, y sobre todo, de la vida. Lo conocí por intermedio de Rogelio Cerda, excelente y talentoso amigo mío, hijo de don Pancho Cerda, que así llamábamos afectuosamente a ese gran señor, maestro mío de periodismo. Compartí con Francisco Rojas el pan y la sal en un buen restaurante de la Ciudad de México. (Entiendo que ahora en los restaurantes de la Ciudad de México solamente se puede compartir el pan). Conocerlo fue una grata experiencia. Por eso me apenó su renuncia a la dirección general de la CFE. Motivos muy poderosos deben haberlo llevado a tomar esa difícil decisión. Es hombre institucional, prudente y mesurado, y sólo una razón de mucho peso puede explicar su determinación...

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