DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Calentando para el partido

AutorCatón

El técnico del equipo de futbol le contó a su asistente: "-Anoche tuve un sueño fantástico. Soñé a una estupenda rubia de esculturales formas. Tenía ojos de cielo; mejillas níveas; cuello de gacela; hombros ebúrneos; senos como cálices de marfil con botones de rosa; cintura cimbreante de palmera; enhiesta grupa y, lo mejor de todo...". "-¿Qué, qué?" -preguntó con ansiedad el asistente. Exclama el técnico lleno de entusiasmo: "-¡Tenía un hermano de 1.90 de estatura, ágil y rápido como pantera, ideal para portero!"... El árbitro de futbol bebía, solitario en el bar. Un compañero lo vio así y le preguntó: "-¿Qué te sucede?". Responde el otro: "-Llegué a mi casa y encontré a mi mujer en brazos de un desconocido". "-¡Qué barbaridad! -se consternó el otro-. Y ¿qué hiciste?". "-Lo que tenía que hacer -responde con tono enérgico el silbante-. A él le saqué tarjeta roja, y a ella amarilla"... Un joven futbolista llanero, defensa de su equipo, recibió un fuerte balonazo en la región de la entrepierna. A consecuencia del golpe su parte varonil le quedó tundida y lacerada. Eso, aparte de dolerle, lo mortificó bastante, pues una semana después iba a contraer matrimonio, y no podía llegar al desposorio con su atributo en tan penosa condición. Fue con un médico. El facultativo después de examinarlo, le dijo: "-Su problema no es tan grave, joven. Le voy a poner su parte en una armazón protectora a fin de evitar que el roce con la ropa retrase el alivio. Eso sí: tendrá que dejarse esa armazón hasta una semana después de la boda. Entonces podrá retirarla, y consumar el matrimonio". Dicho eso el médico procedió a proteger la consabida parte con una pequeña armazón hecha de alambre y varitas. El joven futbolista no le contó aquello a su novia, por la pena que le causaba llevar ese artilugio en su pudenda parte. Cuando llegó la noche de las nupcias ella se presentó al natural ante él y le dijo con emotivo acento: "-Eres el primer hombre que ve mi cuerpo así, y el primero también que pondrá en mí sus manos y todo lo demás. Soy señorita doncella; virgen sin mácula o mancilla. Mi pureza la he guardado, íntegra, sólo para ti". El joven futbolista respondió al tiempo que se bajaba la ropa que le cubría su parte varonil: "-Yo no me quedo atrás...

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