PLAZA PÚBLICA / Sainete a patadas

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

En el sórdido ambiente del futbol mercantil, el que fuera de las canchas decide la suerte de los jugadores y directores técnicos, está ocurriendo un sainete, divertido por la exhibición de hipocresía y autoritarismo, y del que puede, aunque la posibilidad sea remota, surgir la dignificación de un negocio que se parece demasiado a la trata de personas.

El 8 de septiembre, después del juego amistoso de la Selección Mexicana contra la de Colombia, en Monterrey, los jugadores mexicanos organizaron una juerga en el hotel donde habían estado concentrados. Estaban ya liberados de su compromiso y pudieron comportarse como adultos que festejan hasta el límite que cada quien se impone. Supongo que el desfogue que sucede a un encuentro adquiere más de una vez las dimensiones de una parranda entre amigos o compañeros de equipo. Pero esta vez, probablemente por delación de un miembro de la Federación Mexicana de Futbol, la bacanal trascendió a los medios y se generó un escándalo, artificialmente azuzado porque de la pachanga no se derivaron daños y perjuicios para el equipo, como hubiera ocurrido si el convivio se hubiera realizado antes de un encuentro.

Ante el escándalo fabricado, la Federación Mexicana de Futbol, una asociación civil que actúa como si fuera un poder autónomo dentro del Estado mexicano, resolvió sancionar a los juerguistas, atribuyéndoles faltas a la disciplina. En proceso oscuro, que juzgó en bloque a los deportistas, pero produjo sanciones diferenciadas, a dos de ellos, Carlos Vela y Efraín Juárez, los echó fuera de la Selección durante seis meses, y al resto de los acusados (Rafael Márquez, Guillermo Ochoa, Francisco Javier Rodríguez, Carlos Salcido, Andrés Guardado, Gerardo Torrado, Giovanni Dos Santos, Javier Hernández, Enrique Esqueda, Pablo Barrera y Héctor Moreno) se les multó con 50 mil pesos a cada uno. En un acto de falsa filantropía, la Federación dispuso que el monto, los 550 mil pesos resultantes, fueran donados a una obra en Ciudad Juárez (donde se realizará el próximo partido de la Selección, contra Venezuela) o a los damnificados de Veracruz. No quedó claro cómo se haría efectivo el pago de la sanción. Salvo tres de los afectados (Ochoa, Torrado y Esqueda) todos los demás juegan en el extranjero, en las ligas de Gran Bretaña, Holanda, Estados Unidos y España.

Organizados por Márquez, capitán del equipo en la cancha, los afectados reaccionaron vivamente contra la sanción, o por lo menos el modo de darla a conocer. En...

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