Plaza Pública/ La recaudería

AutorMiguel Angel Granados Chapa

Mírela bien porque, especie en extinción como es, su desaparición será acelerada si el Congreso de la Unión incurre en el despropósito ya cometido por el Presidente Fox al proponer gravar con 15 por ciento de Impuesto al Valor Agregado "la enajenación de animales y vegetales que no estén industrializados". Se trata de la recaudería, ese pequeño establecimiento que antaño formaba parte del paisaje urbano, y que era tan familiar y necesaria para la vida doméstica como la panadería, que también se bate en retirada con todo y el "santo olor" que percibió Ramón López Velarde.

La clientela de la recaudería (que contra toda suerte de obstáculos y adversidades subsiste como insignia mercantil del pasado, tal como las misceláneas), asistirá con menor frecuencia a la tiendita, y sus consumos serán menores, porque deberá pagar por ellos al menos 15 por ciento por encima del precio actual, si la nueva hacienda distributiva pregonada por el secretario Francisco Gil y ensalzada anteanoche por el Presidente Fox consigue la aprobación parlamentaria. Ya que se modificará simultáneamente el régimen aplicable al autotransporte, la carestía de la vida, intensificada por el nuevo gravamen, se hará insoportable para millones de mexicanos.

Nadie duda que las finanzas públicas deben ser fortalecidas. Son muchos y pesados los rezagos sociales que deben ser superados y sólo la acción gubernamental puede hacerlo. Con ese fin se requiere que el erario sea solvente. Pero hay varios modos a través de los cuales puede llegar a esa situación. El escogido por el Presidente Fox es muy agraviante para el conjunto de la sociedad, y en último término agudizará las inequidades sociales.

En defensa de su proyecto, el Ejecutivo formalizó el anuncio de las compensaciones a los más pobres: si bien el incremento en el precio de los comestibles les significará erogar 50 pesos más cada 30 días (pues los pobrísimos gastan en este género de alimentos poco menos de 350 pesos al mes), recibirán una compensación de 108 pesos. Por lo tanto, al final tendrán una ganancia de casi 70 pesos almes. Ese beneficio se destinará a 5 millones de familias, 27 millones de personas. Al enunciar ese mecanismo, en su mensaje de la noche del lunes, el Presidente sufrió un lapsus. O al redactor de su discurso lo traicionó el inconsciente pues dijo que "todas las familias reciben completo y copeteado el impacto del IVA", lo que quizá es lo que ocurra, en vez de decir que recibirán "completa y copeteada" una...

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