Plaza Pública/ Ojo con la PFP

AutorMiguel Angel Granados Chapa

En buena hora puso la Comisión Nacional de Derechos Humanos su ojo sobre la Policía Federal Preventiva. De sus observaciones, publicadas anteayer, en relación con la entrada de ese cuerpo policiaco dizque a resolver el conflicto universitario, debe partir un examen profundo de la organización y funcionamiento de esa Policía, a fin de generar recomendaciones que si es posible la regeneren.

Es una Policía mal hecha. La base de su integración son agencias policiacas de no buen nombre público: las policías Federal de Caminos, Fiscal Federal y de Migración. Pero no se las consolidó de inmediato en un solo cuerpo. Cada una puede subsistir hasta por 24 meses. Quizá se fijó un plazo tan largo, que permite un tránsito perezoso de la actual situación a la creada por la Ley, pensando en que los encargados de aplicarla no serían muy diligentes. No lo fueron: la Ley que creó la PFP determinó que "la organización de la Policía Federal Preventiva durará un máximo de 60 días contados a partir de la entrada en vigor del presente decreto".

Los responsables se tomaron el doble del tiempo legal, infringieron la disposición normativa de su nacimiento. Publicada la Ley el 4 de enero de 1999, los 60 días previstos se convirtieron en 120. O más, porque en mayo la primera aparición pública de esa policía fue más escenográfica que real. Se trataba de hacer, en el sentido militar del término, un alarde, una demostración del equipo recién adquirido. Pero todo fue artificioso, apenas lo suficiente para que proclamara la creación de ese cuerpo el Secretario de Gobernación Francisco Labastida, renunciante para ser candidato presidencial apenas unos días después de esa fingida inauguración.

Para que se organizara de verdad fue necesario reemplazar a quien fracasó en la misión original fijada por la Ley, el ex Procurador de Justicia de Hidalgo, Omar Fayad. Lo sustituyó un miembro de las Fuerzas Armadas, el contralmirante Wilfrido Robledo, que había cumplido funciones policiacas en Tabasco y pertenecía al Centro de Investigaciones de Seguridad Nacional, Cisen.

Nuevo también el Secretario de Gobernación, descubrieron ambos que la Policía era una entelequia: no contaba con los cuerpos presuntamente fusionables y de acudir, como su publicidad decía que estaba haciendo, al reclutamiento de jóvenes que se iniciaran en esa carrera, demoraría años el inicio de su función. Y se avizoraba ya la necesidad de que la ejerciera pronto: el 20 de abril había comenzado la huelga...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR