Plaza Pública/ Del mismo palo
| Autor | Miguel Angel Granados Chapa |
Seis informaciones muy relevantes, vagas pero susceptibles de ser precisadas, y la repetida amenaza de ampliarlas y multiplicarlas son el contenido principalísimo de la conversación sostenida la noche del sábado, vía telefónica, entre Adriana Salinas de Gortari y su hermano mayor Raúl. Se han hecho del conocimiento general por haber sido transmitidas en la emisión noticiosa que conduce Joaquín López Dóriga y porque la prensa diaria de ayer se ocupó profusamente de difundirlas:
1) Carlos Salinas estaba al tanto de los negocios de su hermano ("él supo de los movimientos, todos los fondos..."); 2) reclama como suyo parte de ese capital ("es una cobardía gigantesca de Carlos estarme mandado recados con Juan José, de que le mande dinero porque el dinero es de él, y venir a decir que él no sabía nada"); 3) hubo una conspiración para obtener esos fondos ("de dónde salieron los fondos, quién era el intermediario, para qué eran, de dónde salieron y dónde fueron"); 4) una porción de esos fondos fue tomada de cajas públicas ("voy a decir qué fondos salieron del erario público"); 5) el Presidente dispuso cómo gastarlos ("por órdenes de Carlos se compró la casa de Explanada, y la compró Víctor Cadena") y 6) Salinas se valió de su cargo para ayudar a su hermano ("los saqué a través de Gobernación por instrucciones de él", "en el expediente en donde está el pasaporte falso dice que por instrucciones de Gobernación").
Y el amago ominoso: "es muy torpe de su parte decir que me exige una aclaración precisa; y la voy a dar, Adriana, le voy a tomar la palabra nada más... No va a ser ahorita ni mañana, porque le voy a tomar la palabra y lo voy a aclarar todo", "todo lo voy a aclarar", "yo voy a aclarar todo en su momento como él me lo está pidiendo", "voy a decir toda la verdad", "te voy a decir todo lo de Margarita, lo de Carlos, lo del pasaporte", "todo, todo voy a decir", "yo se lo voy a decir a todos".
No podrá cumplir su amenaza en el corto plazo, porque al involucrar a su hermano menor echaría por tierra sus propios argumentos sobre la procedencia lícita de los millones de dólares hallados en cuentas europeas y de los necesarios para adquirir los muchos bienes inmuebles que posee. Y quizá no la cumpla nunca, arrepentido como ha de estar en este momento, tras descubrir que su ex abrupto es universalmente conocido.
Más allá de lo que los Salinas digan y hagan respecto de estas confesiones, lo cierto es que dan perfil nuevo a señalamientos y...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba