Plaza Pública / Historia viva

AutorMiguel Angel Granados Chapa

Aunque ocurrió hace treinta y dos años, la matanza del Jueves de Corpus, 10 de junio de 1971, es historia viva. Tiene que ver con la transición política de fondo, el paso de un Estado cuyos agentes asesinaban sin castigo, y aun eran gratificados, a un Estado que emprende averiguaciones judiciales sobre esa conducta y se propone sancionarla, sobre la endeble base de una legislación apta para asegurar la impunidad, no la justicia.

Un ingrediente necesario para la justicia es la memoria, la posibilidad de reconstruir el pasado. En esa tarea los archivos desempeñan un papel indispensable. En México apenas están siendo conocidos los papeles del autoritarismo, que corroboran el conocimiento difuso de cómo y por qué se propuso el Presidente Luis Echeverría (y no sólo Alfonso Martínez Domínguez) cortar de raíz la renacida movilización estudiantil, paralizada de terror en octubre de 1968. Y la información extraída de esos desempolvados expedientes cuadra muy bien con la que puede conocerse en Estados Unidos. De una parte sustantiva de ella tenemos conocimiento gracias a la iniciativa de Proceso, el semanario dirigido por Rafael Rodríguez Castañeda, que a partir de marzo ha publicado la sección Archivos abiertos. Se trata de "reportajes elaborados a partir de documentos oficiales desclasificados, obtenidos en México y Estados Unidos". Para ello la revista suscribió un acuerdo con National Security Archive, que incluye la presentación de los documentos por la analista Kate Doyle.

A propósito del día de hoy, datos de aquellos archivos muestran que Los Halcones, la brigada de choque organizada durante la regencia de Corona del Rosal (bajo el Presidente Díaz Ordaz) recibieron un importante refuerzo cuando algunos de sus miembros fueron a entrenarse a Estados Unidos. Con toda evidencia, Echeverría se propuso evitar la gestación de movilizaciones como las de 1968, y resolvió matar sus embriones. Para ello consiguió que miembros de esa tropilla de asalto aprendieran "control de multitudes, para el manejo de manifestaciones estudiantiles y motines". El mensaje de la embajada norteamericana en México, donde se dio curso a la solicitud gubernamental, enviado el 6 de enero de 1971, daba cuenta también del interés de esos futuros combatientes por entrenarse "en tácticas de defensa personal y combate cuerpo a cuerpo".

Autorizado por sus jefes, hizo la petición el entonces coronel Manuel Díaz Escobar, mandamás de Los Halcones, que hace 33 años causaron la muerte...

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