Plaza Pública/ Conaculta

AutorMiguel Angel Granados Chapa

Comparar su carrera previa con la de sus antecesores deja en mal sitio a la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), pues Sara Guadalupe Bermúdez (o Sari Bermúdez, su nombre en la vida pública) carece de experiencia en la creación intelectual y en la administración de proyectos culturales. Esa posición, sin embargo, contrasta con su acierto al nombrar a sus colaboradores, primera acción por la que debe ser juzgado su desempeño.

Quizá imitando la decisión del presidente De Gaulle, que en 1958 hizo ministro de Cultura a André Malraux, pero sin atreverse a crear una Secretaría, el presidente López Mateos elevó el rango administrativo de la tarea respectiva. Creó en la SEP la subsecretaría para Asuntos Culturales, y la encargó a doña Amalia Caballero de Castillo Ledón. Además de su intensa labor de promoción femenina, la subsecretaria había creado la Comedia Mexicana y el Teatro de Masas, y escrito poesía y drama. Había sido también ministra plenipotenciaria primero, y luego embajadora en Suecia, Finlandia y Suiza. Aun en la apretada síntesis con que presentamos sus datos se aprecia la dimensión de su presencia pública.

La reemplazó Mauricio Magdaleno, prolífico autor de poesía y novela, de innumerables guiones cinematográficos y de una magnífica memoria sobre la campaña vasconcelista en que participó, Las palabras perdidas. Era miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y antes de su principal cargo en este campo había ocupado puestos en Bellas Artes y la Secretaría de Educación.

Don Gonzalo Aguirre Beltrán fue el tercer subsecretario, bajo el presidente Echeverría. Era uno de los patriarcas de la antropología, así en la investigación y la enseñanza como en la administración institucional respectiva. Amén de su obra escrita (en que, por ejemplo, reivindicó nuestra ascendencia negra), fue rector de la Universidad Veracruzana (en el tiempo de su mayor esplendor editorial), dirigió los institutos Nacional Indigenista e Indigenista Iberoamericano.

Cuando Roger Díaz de Cosío fue subsecretario de Cultura y Recreación, ya lo había sido de Planeación Educativa. Además de su papel como jefe del posgrado en la facultad de Ingeniería y como director del instituto correspondiente, había ganado experiencia en su nuevo campo al ser director de Publicaciones y Bibliotecas y presidir el Consejo Nacional de Fomento Educativo.

Juan José Bremer, designado ahora embajador en Washington luego de serlo en Estocolmo, Moscú, Bonn y...

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