Plaza Pública/Chiapas: Cárdenas y Fox
| Autor | Miguel Angel Granados Chapa |
En Chiapas el PRI ganó la elección de senadores -la más semejante, por su dimensión estatal y su definición de un triunfador, a la que decidirá la gubernatura el 20 de agosto- con 472 mil 723 votos, según el cómputo realizado anteayer domingo por el consejo local del IFE en esa entidad. Los partidos agrupados en las dos coaliciones federales, la Alianza por el Cambio y la Alianza por México obtuvieron una cifra mayor, reunidas sus votaciones: llegaron a 540 mil 762 sufragios. Y todavía es posible acrecentar levemente esa diferencia agregado a esa cantidad 6 mil 435 votos obtenidos por el Partido de Centro Democrático.
Tiene sentido practicar esta suma en relación con la elección local próxima, porque los partidos de las dos alianzas (PAN y PVEM, por un lado; PRD, PT, CD, SN, PAS, por el otro) y el PCD, sostienen allí la candidatura de Pablo Salazar Mendiguchía. Si se repitieran mecánicamente las condiciones que arrojaron el resultado anterior, podría anunciarse con seguridad el triunfo de la gran coalición opositora. Pero nadie puede en estos tiempos garantizar nada antes que ocurra, y la oposición deberá proceder como si tuviera los números en contra, y redoblar su esfuerzo electoral, no obstante la comprensible fatiga de quienes han vivido dos procesos empalmados, uno de los cuales ha concluido con un desenlace que puede animar la jornada local o puede entorpecerla. Si esto último es lo que acontece, el PRI revalidará su presencia en Chiapas, y ganará una gubernatura carente del apoyo mayoritario que la situación peculiar de esa entidad demanda.
Los candidatos presidenciales de las coaliciones federales fueron acompañados en sus giras en Chiapas por Salazar Mendiguchía. De su singular situación quiso sacar provecho el PRI, preguntando por quién votaría, a fin de mostrar la ambigüedad en que, según ese partido, estaba colocado el senador ex priista. Con la mente clara ante la obviedad de que se trata de procesos diferentes, condicionados por circunstancias distintas, Salazar Mendiguchía consiguió que las tensiones entre Cárdenas y Fox, y las caudas de sus respectivos partidarios, no quebraran una alianza exigida por las condiciones históricas locales.
Es seguro que uno y otro, Fox y Cárdenas, vuelvan en las próximas semanas a Chiapas, a reforzar la candidatura de quien es apoyado por sus respectivos partidos. Es deseable, es necesario, y debe ser posible, que lo hagan no por separado, como durante sus campañas, sino juntos, para dar un...
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