Placentofagia, ¿una nueva moda?

AutorMarión Altamirano

Los licuados proporcionan un "boost" de nutrientes a cualquiera que los consuma.

Pero la actriz Hilary Duff llevó la nutrición vía smoothie a otro nivel después del nacimiento de su hija Banks Violet Bair.

Y es que luego de dar a luz en agua, el pasado 25 de octubre en la comodidad de su hogar, la también cantante consumió su propia placenta en forma de licuado, reportó USAToday.

"Fue el batido más delicioso que he probado", afirmó la actriz de 31 años durante su aparición en el podcast Informed Pregnancy del doctor Elliot Berlin.

"No había probado alguno tan delicioso desde los 10 años. Estaba lleno de calorías, jugo y fruta, y todo; estaba delicioso".

La ex chica Disney se suma a una lista de celebridades que han comido su placenta como Chrissy Teigen, Kim Kardashian West, Katherine Heigl, Alicia Silverstone y January Jones.

¿Será que esto es el inicio de una nueva moda?

"La cuestión de comerse la placenta es algo común de muchos mamíferos y también es algo que las personas acostumbran hacer desde hace mucho tiempo", explica José Octavio Zavala Soto, médico cirujano militar obstetra y actual Presidente de la Asociación Mexicana de Salud Primal.

"Existen datos de su recomendación incluso desde el año 1500. En la antigua China se mezclaba con la leche humana para aliviar el agotamiento.

"Muchas mujeres buscan comer su placenta con la esperanza de aumentar la energía y el estado de ánimo".

¿TIENE BENEFICIOS?

En la página oficial de la Asociación Mexicana de Salud Primal, José Octavio Zavala Soto, médico cirujano militar obstetra y actual presidente de esta institución, publica un artículo donde señala algunos de los beneficios que se le atribuyen al consumo de placenta.

Algunos son la prevención de la depresión, reducción del dolor y la hemorragia posterior al nacimiento, aumento de la producción de la leche matera y mejora de la vinculación madre-hijo.

Sin embargo, indica que en realidad todas estas creencias han sido de carácter más anecdótico que científico o comprobado.

"Actualmente, debido al interés de muchas mujeres por esta práctica, se han hecho estudios mucho más formales, o sea, metodológicamente más elaborados, ensayos clínicos y grupos experimentales, y demás, para ver verdaderamente los beneficios o los riesgos de comerse su propia placenta.

"La gran mayoría de los estudios reportaban que no había un gran impacto o beneficio en cuanto a la supuesta ayuda de la depresión postparto o para la anemia, por ejemplo", añade el...

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