Piden arquitectura humanista

AutorLeticia Lozano

Recién egresado de Arquitectura, Ricardo Legorreta comenzó a aprender una de las lecciones más importantes de su vida, que ayer compartió con la comunidad regiomontana y del Tecnológico de Monterrey en la conferencia inaugural de la Cátedra Luis Barragán.

Vio cómo su maestro y jefe, José Villagrán, perdía su formalidad, se arremangaba la camisa y hacía personalmente tres metros perfectos de un muro, para demostrar al albañil que eso era posible.

"Ricardo, que no se te olvide que antes que nada somos constructores y no tenemos que hacer edificios monumentales, sino entender lo que se necesita y hacerlo bien", recordó Legorreta que le aleccionó su maestro.

El perder de vista esa función social de la arquitectura es lo que la tiene actualmente inmersa en una crisis de banalidad y protagonismo, dijo ante cerca de mil 600 estudiantes, maestros y profesionales, reunidos en el Auditorio Luis Elizondo.

Indicó que actualmente se vive en un sistema de "arquitectos estrella", donde la meta de quienes desean sobresalir es hacer el edificio más alto, el más bello o tener el mayor número de publicaciones, y no el servir a la sociedad.

"Debemos olvidarnos de que lo importante es salir en las revistas; lo importante que debemos hacer es a la gente más feliz, que hagamos mejores ciudades, que aportemos lo mejor que tengamos para recuperar los valores del ser humano".

Legorreta demostró la forma en que su despacho aplica estos conceptos a través de sus obras más recientes, destinadas a Estados Unidos, México, Japón y Alemania.

Explicó la manera en que los espacios pueden ser concebidos para impulsar la función a que están destinados: la reflexión...

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