Perfiles e Historias / El último Cadete

AutorDaniel de la Fuente

"Recuerden que mucha gente puede usar el nombre de Cadetes de Linares, pero los únicos y auténticos Cadetes son los de Lupe Tijerina y Rosendo Cantú", advirtió el animador esa noche de agosto de 1998, levantando los aplausos del público.

La crónica describe que el dueto llegó minutos antes de la medianoche al escenario de aquel negocio de música y baile. Lupe y Rosendo, acordeón y bajosexto, llegaron, se añade, "alegres, bromistas y amables".

"Esperamos que se diviertan en esta noche que es muy especial, pues estamos festejando nuestro 25 aniversario y lo quisimos hacer aquí con ustedes", dijo Rosendo y empezaron a interpretar el rosario de éxitos, entre éstos "Tres tumbas", "No hay novedad", "Los dos amigos", "El palomito".

Las presentaciones continuaron hasta el 2003, cuando cada uno tomó su camino, la definitiva de una serie de separaciones, nada inusual en agrupaciones norteñas.

Pero hay historia por contar de Cadetes y Rosendo, quien aún sigue en activo. Lupe murió en el 2016 y Homero Guerrero de la Cerda, el fundador del grupo, en 1982. Rosendo lo reemplazó ese año, hecho que le dio un gran lugar en esta historia.

Muchos años después, Rosendo hace un repaso de su vida antes y después de Cadetes de Linares.

"Cantar es una cosa necesaria para mí, vital, de siempre", afirma. "Desde que salí del rancho, desde que dejé las labores del campo, cantar ha sido mi vida, mi satisfacción más grande".

* * *

Rosendo se desploma sobre una silla en el estudio de EL NORTE. En unos días tocará en la celebración de un empresario, en el municipio de Santiago. Vive al sur de Texas.

"Deja me siento porque la vida ya me está cobrando la factura", sonríe. "Ando bien, con parches, una cirugía de hernia".

De 71 años, Rosendo viste pants, chaqueta, zapatos cómodos: "Me hubieras dicho que iba a haber foto, no traigo sombrero". Lo dice entre risas. Es dicharachero, hace bromas constantemente.

Ha sido siempre así, apunta, cuando el miedo "al mango", al del azadón, lo hizo huir de una vida dedicada a sembrar la tierra y cuidar cabras que le esperaba en el rancho Los Laureles, en su natal China, Nuevo León. Rosendo es el tercero de seis hijos que tuvieron Lázaro Cantú Rodríguez y Rosenda González Quiroga, dedicados al campo.

"Los dos de China, a mamá se le murieron siete hijos más (al nacer)".

El ansia por las peripecias y por el dinero lo hicieron desertar de la escuela en quinto año de primaria e irse a las cantinas a bolear y vender chicles.

La familia se...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR