Perfiles e Historias / Señora del arte

AutorDaniel de la Fuente

Editora: Rosa Linda González

Es tiempo de cosecha para Yolanda Santos de Hoyos.

El Ballet de Monterrey, fundado por ella en 1990, arrancó este 16 de abril su Temporada de Primavera y, bajo el mando de su director artístico Jorge Amarante, se encuentra en un momento óptimo en su 25 aniversario.

Por otra parte, Supera, asociación con la que la promotora contribuye a mejorar la calidad de vida en zonas vulnerables a través de educación sexual y reproductiva, así como superación personal, no ha dejado ni un año de sus 36 de existencia de dar frutos. Actualmente, mil 600 personas trabajan en talleres en el área metropolitana, así como en tres centros en el Estado.

Supera fue primero que el Ballet, aunque reconoce que la compañía, su aportación más conocida, es la pasión más cercana a su espíritu.

Aurora Cantú de Cagnasso, quien la ha acompañado en el patronato, lo confirma:

"El Ballet es todo para Yolanda y el Ballet no existiría sin ella. Su sueño fue que Monterrey tuviera lo mismo que ella veía en Nueva York, en Europa. Lo cumplió. La he visto emocionarse hasta las lágrimas en alguna función".

Una fue en octubre del 2006, en la presentación por primera vez del Ballet de Monterrey en Nueva York. El grupo, dirigido por Robert Hill, ofreció piezas como variaciones a "El Corsario" y el pas de deux de "Carmen" y "Huapango". El público, en un auditorio del Museo Guggenheim, ovacionó al colectivo.

"No pudo resistir las lágrimas", dice su amiga. "Lo había logrado".

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Yolanda es la mayor de los 10 hijos que tuvo el matrimonio conformado por el industrial Alberto Santos y Francisca de Hoyos. Ella, nacida un 12 de julio, creció en una casa de la Colonia Santa María cuyo jardín le parecía inmenso a su amiga María Eugenia Rangel Domene.

"Nos conocemos desde la primaria, somos de la misma edad", cuenta. "De niñas tuvimos un club: Bambi", ríe. "Nuestras reuniones, tanto las de primaria como las de secundaria, eran muy padres".

De tez clara y facciones afiladas, Yolanda dice que, tras estudiar tres años en Estados Unidos, tuvo la que considera una gran oportunidad para su despertar cultural.

"Después del doceavo año, mamá nos ofreció ir a estudiar a Europa un curso de historia del arte. Estuve en Roma y París, y allí tuve la oportunidad de estar en contacto con todas las artes. Aprendí a apreciarlas desde la arquitectura, pintura, música, ópera y ballet. Ni libros necesitas, vives rodeada de todo eso".

De vuelta a Monterrey, contrajo nupcias con el chico del que fue novia desde los 13 años. Discreta en su vida privada, la describe así: "me casé (con David Garza Lagüera), tuve cinco hijos, 18 nietos... más o menos te he contestado", ríe.

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