Perfiles e Historias / Desde su paraíso
| Autor | Daniel de la Fuente |
Alguna vez le preguntaron a Martha Chapa: "¿Tanta fruta no la empacha?".
La pintora respondió: "Fíjese que no. En primer lugar es digestiva y buena para muchas cosas. Hay un dicho: una manzana al día mantiene al doctor alejado".
En realidad en ella esto es al revés: es para tenerlo cerca. Martha todavía era pequeña cuando le recriminó a su padre, Tomás Napoleón Chapa Garza, uno de los primeros urólogos en Nuevo León, que pasara poco tiempo con ella.
"Tengo muchos compromisos con el trabajo", le dijo el médico, nacido en Los Herrera. "Viene gente de lejos a consultarme, no me es fácil desprenderme".
La niña le contestó: "Al menos déjame una señal de que me quieres antes de que te vayas. Hazme un nudito en la sábana como en el libro que me regalaste".
Cuando despertó al día siguiente, Martha no encontró un nudito en la sábana sino una bolsa con manzanas que Tomás le compró en la frutería La Victoria. El médico repitió el gesto algunos días. El resto es historia.
"Me definió", dice ella y reconoce que el fruto que ha identificado su obra por medio siglo, es un homenaje al padre.
"Es decir un 'te quiero'. Claro que lo tengo presente a pesar de los años, que no lo he olvidado ni un día de mi vida", afirma sobre el hombre que murió a los 48 años por hepatitis C debido a una transfusión.
"Pero la manzana también representa otros cosas", agrega. "Es la mujer, el amor, la pasión, el conocimiento".
También una vida dedicada a trazarla.
Martha se desplaza por una sala que la Universidad Autónoma de Nuevo León abrió con obra que fue anunciada como una donación en la Biblioteca Magna Raúl Rangel Frías, en Ciudad Universitaria. Acaba de terminar una charla con preparatorianos que la contemplan como celebridad.
Ella, que a sus 72 años mantiene su belleza característica, los trata con afecto, conversa, firma autógrafos.
La entrega a Martha del espacio, que luce lleno de cuadros suyos, de otros artistas y de libros que fueron de su padre, fue cuestionada en el 2013 por artistas de la Ciudad. Dice Gerardo Cantú, decano del arte en Nuevo León:
"Sin duda Martha ha hecho una aportación al arte, pero un espacio como éste debe ser para todos los artistas", afirma.
La crítica Rocío Castelo señaló: "(Martha) Confunde tema con estilo".
El crítico Mario Herrera señaló esto en 1999. Escribió en EL NORTE que lo que le faltaba a Martha era selectividad y autocrítica. La ausencia de ésta, consideró, "representa el más grave e imperdonable de sus defectos".
Pero, al...
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