Perfiles e Historias: La nostalgia de Toscana

AutorDaniel de la Fuente

Hace muchos años a David Toscana le divertía visitar el cementerio.

Como vivió hasta 1969 en la casa de sus abuelos, casi frente a la Maternidad Conchita, suele decir que pasó la niñez "entre la vida y la muerte", pues el domicilio quedaba entre la clínica y el Panteón del Carmen, a donde acudía a curiosear por las tardes.

Esto lo contó en el 2002, cuando publicó su quinto libro, Duelo por Miguel Pruneda, novela que narra la vida de un hombre que, ante un homenaje por sus 30 años de trabajo, comienza a obsesionarse de tal manera con la idea de la muerte que contagia su visión mortecina a los que están a su alrededor.

Toscana iba para los 41. Contó entonces que la concepción de esa novela lo llevó a evocar obsesiones de la infancia: merodear por los panteones, por el Obispado, leer noticias fatales, entre ellas la del accidente aéreo en el Pico del Fraile, en 1969.

"Ver todas esas imágenes en la tele, en los diarios y escuchar a la gente que hablaba sobre cuerpos mutilados, pedazos de cuerpo chamuscados, fue contundente", dijo el escritor, de complexión menuda, aún sin demasiadas canas.

De paseo por el panteón centenario en ese 2002 se detuvo ante una cripta, donde tiempo atrás encontró una bolsa de huesos. Reveló que alguno lo tuvo sobre la pantalla de su computadora durante la escritura de la novela: "Me llegué a volver tan consciente de la muerte que incluso pasé muchas noches de insomnio, sobre todo en las últimas partes de la novela. Llegué a pensar tanto la historia que en momentos tomaba las mismas conclusiones que mi personaje, y si yo era Miguel Pruneda, como que la vida no era muy agradable.

"Sin embargo, un personaje como él no había que inventarlo, sino recrearlo", afirma el autor.

Dieciocho años después de aquella novela que consideró su "autobiografía emocional" y que ahora reedita bajo el sello Alfaguara, Toscana vuelve al Panteón del Carmen.

Trae el cabello casi blanco y los pasillos del cementerio lucen desolados ante la petición de las autoridades de mantenerse en casa por el Covid-19.

El escritor se detiene frente a un monolito ocre con las frases "G.L. Burnam 1847-1901", "Woodmen of the world" y en latín "dum tacet clamat", que traduce como "aunque callado grita". La tumba y las frases aparecen en Duelo por Miguel Pruneda.

De hecho, su obra proviene de esa colonia, la María Luisa, y de su casa de la infancia, situada en Degollado 467 Sur.

"Todo el material literario proviene de ahí y todo lo que tengo es de ese Monterrey...

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