Perfiles e Historias / Maestra de la meditación
| Autor | Daniel Santiago |
Recién llegó a Monterrey para cumplir con su misión de difundir el mensaje compasivo de Buda, Guen Kelsang Shima notó que a esta Ciudad le gusta que se le hable de forma directa y con conocimiento.
Para corresponder a este estilo norteño era necesario prepararse más y conocer a fondo a los regiomontanos.
Era el 2013 cuando esta monja budista, entonces de 30 años, fue nombrada maestra residente del Centro de Meditación Kadampa de Monterrey, un lugar en el que las enseñanzas para la paz interior se abren a quien quiera escucharlas sin importar creencias o estilos de vida.
Nacida en Toluca y con una formación universitaria y espiritual alrededor del mundo, Shima ha pasado aquí seis años enseñando el método budista como un camino espiritual y buscando la mejor forma de ayudar a quienes viven en la metrópoli.
En ésta, como en toda gran ciudad, hay mucho sufrimiento.
"Monterrey es una ciudad que se ha levantado en situaciones muy adversas y en el budismo kadampa una de las enseñanzas principales es transformar las condiciones adversas", comenta esta mujer que está a punto de cumplir sus 36.
"Monterrey tiene el gran reto de que los regios trabajan muchas horas, entre 10, 12 horas. He tenido estudiantes que tienen mucha presión por el éxito profesional y mucha presión por el éxito familiar también".
Shima, cuyo nombre tibetano significa "ser apacible", se ha enfrentado también a su propio desafío.
En una Ciudad donde el budismo es apenas conocido, esta erudita busca con paciencia y sabiduría que las enseñanzas milenarias de Buda sean útiles en la ajetreada vida cotidiana de sus habitantes.
* * *
Fue ordenada monja budista en el 2008. Desde entonces, ha sido maestra de esta filosofía en ciudades como Cuernavaca y Guadalajara. Aunque había visitado Monterrey en su época de universitaria, era poco el conocimiento que tenía de la cultura regia.
Un hábito de color rojo y naranja y la cabeza rasurada la distinguen visualmente como parte de una comunidad religiosa. En el budismo, cuando alguien es ordenado monje hay una transformación de apariencia, de nombre y de mente, explica.
Prefiere no mencionar su nombre civil, al cual recurre sólo para asuntos legales.
Pero es su amplia y carismática sonrisa, además de una expresiva mirada curiosa, lo que parece llevar siempre consigo, sea en una charla casual o al dirigir sesiones de meditación que igual pueden enfocarse a lograr vivir sin miedo o a que la gente muy ocupada alcance momentos de paz.
A través de los silencios, mantras y sabiduría, Shima ayuda a quienes la escuchan a explorar la mente para lograr cualidades que en la vida cotidiana parecen inalcanzables, como el desapego, la estima al desconocido o la compasión, alejando a través de la meditación esas...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba