Perfiles e Historias / Fuensanta, la rebelde

AutorDaniel de la Fuente

Editora: Rosa Linda González

"Mi vida ha sido como un electrocardiograma".

Fuensanta Zertuche ríe juvenil, casi cantarina. Siempre lo hace al terminar alguna frase o anécdota de su trayectoria: actriz en más de 80 obras teatrales -buena parte dirigidas por el renovador Juan José Gurrola, de quien fue musa- y en 25 películas, de las más significativas Fando y Lis, de Alejandro Jodorowsky.

Esto sin excluir sus años como vedette en centros nocturnos del DF, ciudad a la que esta regiomontana se mudó con su madre a principios de los 60. Lo hizo cuando aquel género significaba la presentación de revistas musicales en cabaret, puestas con lujo en vestuario y coreografías.

"Todo lo que he vivido lo volvería a vivir", afirma la también abogada especializada en temas laborales, a quien le ha tocado defender a compañeros artistas. Además, cultiva la poesía.

"Lo único que no haría de nuevo es ir a los toros y tener abrigos de mink; soy protectora de los animales", dice.

Fuensanta, para quien "el derecho es su razón; el teatro, su pasión, y la poesía, su purificación", califica su vida de electrocardiograma porque se sabe transgresora. La escritora, ya fallecida, Dulce María González le celebraba ser aguerrida y dueña de su destino.

"Su personalidad y la seguridad con que habla de su trayectoria", decía, "confirman lo que había escuchado de ella en la facultad, o el respeto de actores y directores hacia su trabajo".

Esto lo reitera Minerva Margarita Villarreal: "Fuensanta es un icono de la rebeldía".

"Valoro a los que se atreven a ir más allá y Fuensanta transgredió el orden impuesto en los años 60, 70; lo que significaba ser mujer entonces", comenta la escritora.

· · ·

María Fuensanta Zertuche Terán suele decir que, como Dalí, "sustituyó al muerto". En su caso fue una primogénita la que falleció, al año y medio de nacida, por lo que se le puso de nuevo el nombre a ella.

También, afirma, nació entre libros. Llegó al mundo el 19 de mayo de 1945, es hija del eminente catedrático Francisco M. Zertuche, colaborador de Raúl Rangel Frías en la Universidad de Nuevo León, y de María Terán, maestra y activista de izquierda.

Advierte: "En mi casa cuando mi papá llegaba a las veintitantas horas bailaban los fantasmas de Sor Juana, de Rulfo, mezclados con las anécdotas de Valentín Campa y de Vallejo". Y agrega sobre su madre:

"Le debo a ella que me pusiera a estudiar piano y ballet a los 5 años (con las hermanas Areu), así como ir a la ópera y a los eventos culturales que mi padre traía al Aula Magna".

La vida cambió cuando Zertuche murió en 1956, por lo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR